Vale la pena echar un vistazo a la foto publicada por este diario el dominog, en una jornada de trabajo de los socialistas gallegos. En ella se ve a Gonzalo Caballero visiblemente feliz, rodeado de los dos expresidentes socialistas de la Xunta, de los alcaldes Bugallo y Caballero, y de otros notables como la presidenta del PSOE, Cristina Narbona. No es tan fácil conseguir una foto así y confirma varias cosas. Una, que el PSOE está en su mejor condición para tratar de hacerse por tercera vez con la Presidencia del Gobierno gallego, y los datos de las últimas elecciones así lo corroboran, con el histórico sorpasso en las generales, donde fue primera fuerza en votos. Dos, que a consecuencia de todo ello, el siempre convulso PSdeG ha comenzado a apretar filas en torno al líder. Tres, que el cartero vuelve a pasar para algunos ilustres, como Bugallo, que hace unos meses parecía un jubilado en la política y que por varias carambolas ha vuelto al despacho del consistorio compostelano. Aunque ahora parezca extraño, al tío de Gonzalo le pasó algo parecido hace ya 14 años, cuando cogió a tiempo un tren que pasaba por la Autoridad Portuaria rumbo al Concello. Gonzalo Caballero también ha tenido suerte, que hace falta en la vida como un plus necesario para ganar. Se posicionó con Sánchez cuando Susana Díaz parecía invencible. Luego pasó lo que pasó y acabó haciéndose con el liderazgo sin oposición, cuando sólo hace tres años el cambio en la lista al Parlamento gallego fue "casus belli" en la dirección viguesa.
En el otro lado ANF no pierde el tiempo y cierra frentes: el de Ourense, el de Atención Primaria y el del PP vigués, con Corina Porro para recuperar terreno. Un año y medio en política es como una vida.
