Opinión

La ciudad de las playas azules

Vigo acaba de renovar su parque de banderas azules, único en España y quizá en Europa en una ciudad. No hay otra que pueda presumir de tantas, aunque es cierto que a la hora de sumar cuenta igual una pequeña cala como A Punta como un arenal enorme como O Vao. Sea como sea, Sanxenxo es el primer municipio de España por número de banderas pero Vigo la primera ciudad al sumar nueve, el mismo número que en los últimos años. Y prácticamente igual que diez o quince años atrás, con ligeros cambios. Y eso que la depuradora no acaba de ponerse en marcha a pleno rendimiento hasta hace apenas unas semanas, siendo la anterior insuficiente para los niveles comunitarios. Y antes, aún peor, ni siquiera había una planta de tratamiento de aguas residuales, lo que confirma la capacidad casi ilimitada -casi- de la Ría de Vigo para regenerarse, pese a tratarse de un mar interior rodeado de una concentración humana muy importante, con unos 400.000 habitantes en la suma de ambas riberas. Sin embargo, Samil llegó a contar con un distintivo pese a contar con la desembocadura del Lagares como un punto negro continuo. Ahora es historia y lo normal es que a partir de 2019 la mayor playa viguesa y también la más famosa fuera de Galicia también pueda contar con bandera azul. De hecho cuenta con una gracias a una hábil operación realizada hace casi 20 años por la que se dividió en dos, quedando la parte más alejada del río, llamada Argazada, como una playa propia y galardonada de forma continua.  
Las banderas azules suponen un punto a favor de la oferta turística de Vigo que quizá no se ha sabido explotar de forma conveniente. Supone la garantía de playas con todo tipo de servicios y con las aguas de la mejor calidad. Y eso es mucho.
Y ahora, además, con una piscina urbana en ciernes en el Naútico. Continuará...
 

Te puede interesar