Opinión

Fiesta en la Entidad Menor

Vigo, ciudad donde todavía hay prodigios, cuenta entre sus rarezas con una Entidad Local Menor, Bembrive, que es la mayor pedanía de España por población, con unos 4.500 vecinos. Muchos más que la mayoría de ayuntamientos gallegos. Si Bembrive fuera un Concello propio y estuviera en Ourense se situaría en el Top 10 en el escalafón de la provincia vecina. En Bembrive, cosa que me temo que la mayoría de los vigueses desconoce, hay dos alcaldes y ambos se eligen en las elecciones municipales: los vecinos de la parroquia votan como el resto de vigueses en una urna por el candidato local y en otra por uno propio que se ocupa de la gestión de asuntos internos o de los montes. Es un buen sistema que viene de cuando Bembrive formaba parte del ayuntamiento de Lavadores, en el que estaba integrado, pero contra su voluntad. A mediados del siglo XIX, la junta parroquial de entonces pidió incorporarse al ayuntamiento vigués, pero el consistorio de la ciudad con notable ceguera política y administrativa se negó porque consideraba que estaba muy lejos. Hoy en día Bembrive sigue lejos del centro pero mucho menos y ayer se celebró San Blas, que se ha convertido en una cita local de primer orden. Se podría decir que es el momento en que Vigo se hace pueblo de nuevo y Bembrive asume por un día la cabecera municipal. Con todo mérito ha conseguido hacerse con un hueco en la agenda local y así miles de vigueses se acaban de enterar que esa parroquia no es otro ayuntamiento sino el mismo, con su peculiaridad: su Entidad Menor, su alcalde pedáneo y la iglesia románica del siglo XIII, declarada Bien de Interés Cultural. Y San Blas, fiesta de todo Vigo.

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