Una de las curiosidades de Vigo, y no por evidente resulta conocida, es que cuenta con un ayuntamiento dentro del propio Concello, que ayer elegía su propio alcalde pedáneo. Bembrive vota en las municipales dos veces, para el regidor de toda la ciudad y para el suyo propio, que encabeza durante cuatro años la Entidad Local Menor. La entidad viguesa es una herencia de las sucesivas integraciones de municipios que dieron lugar a lo que es hoy Vigo, y se mantiene activa, con presupuesto y como la fórmula idónea para que los vecinos de la parroquia se organicen. Viene a funcionar al mismo tiempo como un pequeño ayuntamiento, como asociación vecinal y comunidad de montes, pero mucho más democrática por su forma de elección y funcionamiento, con control político y judicial, con gobierno y oposición.
Parecer ser que la Entidad de Bembrive es la mayor de España por habitantes, con 5.000 vecinos: la mayoría de ayuntamientos de Ourense no llegan ni a 2.000 y como curiosidad, el Concello de Beade tiene la décima parte de residentes que la parroquia viguesa de Beade.
La Entidad Menor es una buena idea pero no sólo del pasado y quizá podría aún explorarse para el presente y el futuro, visto su buen rendimiento. Aunque la puesta en marcha efectiva antes o después del Área Metropolitana ya permitirá coordinar el Gran Vigo, no estaría de más dejar abierta la posibilidad de plantear otra fusión exitosa con ayuntamientos vecinos, en concreto Nigrán o Mos, ambos con su personalidad, que bien podrían unirse manteniendo sus propios alcaldes. Es cuestión de hacer una buena propuesta.
