Opinión

el naval, sin el tax lease

El famoso tax-lease -el sistema de financiación de la construcción de barcos- estuvo a punto de liquidar el sector naval. Una vez superado, los astilleros han comenzando a recuperar el tiempo perdido gracias a nuevos pedidos que exigen mano de obra. El tax lease no sólo impidió contratar sino que acabó con buena parte del personal especializado, que tuvo que emigrar, se jubiló o se dedicó a otra cosa ante la falta de perspectivas. Ahora se da la paradoja de que las factorías navales necesitan soldadores y no hay. 
Todo gracias al tax lease que con tanto ahínco defendió desde su posición de comisario europeo Joaquín Almunia, un hombre inteligente y sensato que se equivocó de lado a lado al respaldar una denuncia que no se sostenía, como la propia justicia europea confirmó, pero que hizo un daño infinito, casi irreversible. Fue una iniciativa lanzada desde el lobby naval de Holanda que trataba de torpedear el buen funcionamiento de los astilleros españoles, sobre todo los gallegos y por tanto los de Vigo, y que a punto estuvo de conseguir todos sus objetivo: los contratos y el propio final de una industria sólida. 
Ahora estamos avanzando justo en el camino contrario y como ayer apuntaba la Autoridad Portuaria, quizá sea el momento de empezar a buscar espacios en el territorio de su jurisdicción, entre Teis y Bouzas, dónde ampliar las factorías, lo que no será fácil ni rápido. Las empresas ya han hecho lo suyo aumentando el tiempo de sus concesiones administrativas.  Tener astilleros mayores traerá algunos problemas porque se trata de la primera línea de la Ría. Pero ojalá todos fueran así. Continuará...
PD. Habrá Reconquista 2 este año. En mayo, cualquier día, cuando no llueva o no juegue el Celta. Nadie puede entender de verdad para qué. Con fechas aleatorias, imposible que se convierta, como queremos, en una fiesta seria y reconocida.

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