Opinión

Competencia desde el sur

Se oyeron contundentes palabras ayer en la reunión mantenida por la comunidad portuaria -la Federación de Usuarios- con el presidente de la Xunta y la conselleira de Mar. Sobre todo con dos aspectos vecinos, la competencia y la competitividad, con el dedo señalando hacia los vecinos del sur, en Leixoes, el puerto metropolitano de Oporto. La terminal lusa está a punto de entrar en una nueva fase expansiva que incluirá -ya está aprobado- la ampliación de sus plataformas de almacenamiento de contenedores hasta multiplicar por cuatro la capacidad viguesa y mejorar el calado con la extensión de su dique exterior, para que puedan operar mayores buques que en la actualidad. También en cruceros, superando los 300 metros de eslora. No son los proyectos de papel que a menudo nutren la información viguesa, sino planes concretos, establecidos y con financiación asegurada. Por tanto, es cuestión de poco tiempo que Leixoes pase ser de un gran rival a un enemigo formidable, con mucha mayor capacidad para atraer tráficos.
Resulta evidente que Portugal está utilizando con respecto a su política portuaria el mismo guión que en su exitosa política aeroportuaria. En ambos casos, gestión unificada para toda la Región norte, con una sola instalación aérea y tres marítimas. El país vecino también ha eliminado burocracia tras la intervención europea y ha salido ganando: se han unificado "manu militari" ayuntamientos y autoridades portuarias. Viana do Castelo continúa con su puerto, pero la gestión ahora depende de Leixoes. También se podría en Galicia, con las mismas terminales pero menos autoridades portuarias. Obviamente se trata de un imposible. El puerto vigués debe crecer. Ese puede ser otro imposible. 

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