Desde luego definitivamente vivimos en una sociedad de incoherencia por todas partes. Cuando el 24-M salió un resultado que daba un vuelco a la clase politica todos "pensábamos" que algunas cosas iban a cambiar y, de hecho están cambiando. Unicamente una parece estar en lo mismo que es el sueldo de los elegidos.
Se tiran los trastos a la cabeza, con insultos incluidos, se hacen pactos en todas partes pero una cosa está clara y es que lo primero es mirar a ver cuanto va a ganar cada uno y de cambiar los sueldos poco, nada, o casi nada. Increíble.
Una demostración más de que filantropía solo de piquillo, de servicio ya veremos, pero a los sueldos ni se toque. Ya ven como luchan unos y los otros por las dedicaciones exclusivas y por los dígitos que va a añadir cada cual a su cuenta. Un ejemplo realmente negativo cuando todos "esperábamos" que esta nueva situación propiciaría un cambio real por bien de los ayuntamientos y autonomías. Ya sé que alguno ya me está tachando de demagogo. ¡Que más da si así está contento y obnubila su incoherencia!
Bien creo que debiera legislarse al respecto. Pero, curiosamente como los que tienen que legislar son los mismos, evidentemente tirarán para arriba. Verdadero escándalo que la primera cosa a resolver, cual pirañas hambrientas y sedientas, sea lo que cada cual va a ganar. Y más grave que sean los mismos interesados los encargados de marcar esa cantidad. La conclusión es clara, tocando al dinero la cosa carece de solución. Y eso en los ayuntamientos de cualquier signo político lo que hace que el pueblo sencillo diga que "todos son iguales". Lo hemos dicho muchas veces: nos estamos cargando la democracia con todas estas incoherentes patrañas.
Hay un argumento que para mi de nada me vale. Una vez oí a un político que él dejó su profesión en la que ganaba más y que por eso exige un buen sueldo en la política salvo que a ella lleguen los parados o los iletrados. ¿Donde queda el sacrificio por el pueblo, la entrega a los ciudadanos, el trabajo por la sociedad? El altruismo está bajo mínimos. Mire Usted, le dije, dedíquese unos años a la política y vuelva a su profesión, pero mientras nos sirve no nos esquilmen...
En ayuntamientos y autonomías los gastos de los elegidos, con gastos de representación, secretarias e incluso coches... llega a cifras insospechadas. Un dinero que bien cubriría muchos gastos sociales necesarios.
Por eso el espectáculo postelectoral es deprimente causando desengaños y abandonos, y haciendo bueno el refrán: "Aceptando una cartera el político don Luís dice hacer un sacrificio. Sí:¡el del país!". Por favor den más trigo y dejen las discusiones.
Porque, seamos realistas, y comprobemos la situación económica de muchos elegidos al salir de su "representación" política y la que poseían cuando entraron. Son habas contadas. Y yo conozco a muchos concejales, y diputados de antaño que entraron y estuvieron muchos años y salieron con lo mismo. Algunos aún viven y podríamos poner ejemplos en nuestra misma ciudad. Concejales y alcaldes que estuvieron en el mando varias legislaturas y con gestiones económicas de por medio, y que, al acabar, se fueron a casa con los puesto. Incluso algunos que enviaban lo poco que ganaban a paises pobres o a una residencia de ancianos. Puedo dar nombres y apellidos que en esta ciudad más de uno recuerda.
Por eso la abstención crece, la democracia está herida y la clase política crece en su desprestigio de día en día. Mucha verborrea antes de y pocas nueces después de. ¿Me entienden o quieren que se lo explique en la pizarra con una tiza y mis flacas matemáticas. Lo dejo para ustedes que saben y conocen las nueces...
