Yendo muy de mañana, tanto como a las siete, hacia el Instituto Español en el que imparto clases, dejando el mar y el Tajo y las incomparables playas a mi derecha y el sol brotando por medio del Puente 25 de Abril de Lisboa, lo que pregonaba la radio de mi coche me hizo restregar los ojos. Me pregunté si aún estaba soñando en mi cama o había resucitado Gila y su teléfono. Vino a mi mente el incomparable humorista del teléfono y también Valle Inclán y los esperpentos.
Resulta que a raíz de todo lo que está pasando con el célebre 3% en Cataluña, en lo que se ve involucrado el partido del señor Mas, le hacen una entrevista a una secretaria vinculada a los convergentes y con gran contundencia manifestó su malestar porque, según ella, la benemérita Guardia Civil había efectuado el registro "sin avisar previamente". Así de clarito para que todos nos enteremos y que da pie al president para decir que con él y su partido se está practicando la "caza mayor". Claro que también en ese día aparecía la noticia de que los "mossos" habían multado a un coche del mismo cuerpo fundado por el Duque de Ahumada porque tenían aparcado el coche enfrente de un ayuntamiento precisamente para hacer registros judiciales. Todo esto y el "España nos roba" pasará a la historia. Ya verán. Lo que yo les diga... igual que aquello del humorista que llamaba al adversario en la guerra para comunicarles y preguntarles a qué hora querían que atacasen.
Porque todo esto que está pasando en Cataluña ya está llegando a cotas insospechadas a todos los niveles. Un cúmulo de confusiones y despropósitos increíbles que estamos pagando todos. Hace unos días comía yo con un grupo de amigos y uno afirmaba algo que ya comienza a extenderse. Decía él, que es militar, que habría que decirles que se vayan de una vez y a ver cómo van a subsistir sin esa España que según ellos se queda con sus dineros. Poseen dos barajas: una para ganar y la otra también, evitando perder. Porque, por ejemplo, el patrimonio que las diócesis catalanas poseen de Aragón aún está en su poder pese a las reiteradas sentencias e intervención de Roma. "La pela es la pela..." y tratándose de dinero los conciudadanos de Verdaguer, Companys, Tarradellas, Montserrat Caballé, el clan Pujol y Artur Mas son muy avispados.
Ya saben, las fuerzas de seguridad del Estado deben avisar antes de indagar y revisar despachos, casas y demás, porque eso -digo yo- es de buena educación. Se avisa antes de entrar para tener todo muy bien arregladito y en su sitio y hasta triturados todos aquellos papeles que desdicen para poder reciclarlos. Y los jueces, fiscales y la justicia en general lo mismo. Avisen e incluso luego pedirán que les pongan un coche a la puerta para trasladar papeles y demás a la mansión de la playa o la montaña. Y después "tutti contentti" y aqui nunca pasa nada. Eso sí, si usted roba una gallina pasa directamente a la cárcel, sin la gallina, ¡claro!, que vendría muy bien para un caldito a la sombra mientras los "avisados" comen una mariscada o se van a esquiar a Andorra, pasar unos días al Caribe, a Punta Cana o ¡qué sé yo!
El asunto forma parte de la interminable serie de acontecimientos incomprensibles pero que son la fruta de una época nueva en la que surgen por doquier noticias que dejan a uno, criado en otro tiempo, boquiabierto. Va a ser que quienes tendremos que cambiar somos todos cuantos nos sorprendemos de estas nuevas versiones del vivir diario. Cambiar o irnos a fundar a otra galaxia porque en esta, con tantas sorpresas, a lo mejor algún día nos entierran de tantos reiterados sustos, tantas, para nosotros, barbaridades y sobre todo de tantas incoherencias como contemplamos.
