Opinión

Malos inquilinos

Siento haberme olvidado de quien es la frase que repito y me viene bien ahora que el presidente norteamericano abre una polémica innecesaria sobre el clima. Innecesaria porque creo que es algo en lo que todos debiéramos estar de acuerdo. Pero el señor Trump lo tiene muy oscuro. Entraña suma gravedad que este mandatario mundial “pase” de un tema tan serio. La frase es esta: “El mundo es de Dios y se lo alquila a los valientes”.
Trump cumplió su promesa electoral anunciando la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París para el cambio climático, primer pacto internacional para reducir la emisión de gases contaminantes de efecto invernadero. Fue ratificado en París a finales de 2015 por casi 200 naciones, entre las que se encuentran Estados Unidos y China, los dos mayores contaminantes del mundo. Solo Siria y Nicaragua están fuera del acuerdo, a los que se une ahora EEUU.
Las naciones que participan en el pacto deben anunciar qué porcentaje de emisiones se comprometen a reducir y en qué plazo. EEUU pretendía una reducción de las emisiones contaminantes de entre un 26% y 28% para 2025 con respecto a los niveles de 2005. Los expertos aseguran que al cancelar las políticas energéticas de Obama, EEUU solo lo reduciría un 14%. En la práctica Trump ha aprobado normativas que desmantelan la política de Obama en su lucha contra el cambio climático, y así EEUU seguirá siendo uno de los grandes países contaminantes. La tierra sufrirá mayores niveles de calentamiento, subirán las temperaturas medias, se acelerará el deshielo en los polos y crecerá el nivel del mar. Con la decisión estadounidense las consecuencias pueden ser aún mayores. Cada año podría haber hasta 3.000 millones de toneladas más de dióxido de carbono en la atmósfera y la tierra podría calentarse 0,3 grados a finales de siglo. 
El obispo Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia Pontificia de Ciencias, acusa a Trump de dejarse “manejar” por las petroleras: “Una enorme bofetada en la cara y una tragedia. Decir que necesitamos depender del carbón y el petróleo es como decir que la Tierra ya no es redonda. Es un absurdo dictado por la necesidad de ganar dinero, un desastre para todos. Por desgracia, Obama tiene algo de la culpa de esta situación. Por implementar su política climática a través de decretos ejecutivos, y no por leyes consensuadas y debidamente aprobadas por el Congreso y Senado”.
El papa Francisco le dio al presidente estadounidense una copia firmada de su encíclica del 2015, “Laudato Si” en la que insta a la protección del medio ambiente de los efectos nocivos del cambio climático. También la Conferencia Episcopal de los EEUU se ha reafirmado en su apoyo a “medidas para mitigar las peores consecuencias del cambio climático”. Trump aseguró que el acuerdo “pone en desventaja a EEUU, con el beneficio exclusivo para otros países, destruye puestos de trabajo y hace añicos la economía”. Repitiendo una vez más “EEUU primero”. Una decisión en medio de una fuerte lucha interna dentro de la Casa Blanca. A favor de la permanencia están el secretario de Estado y ex consejero de la petrolera ExxonMobil, y la hija del presidente, Ivanka. Muestra el desbarajuste e improvisación de la administración actual de EEUU, con críticas demócratas, de algunos republicanos, empresarios, ecologistas y científicos. Mientras, India y Rusia seguirían dentro del tratado. 
¡Que malos inquilinos tiene este planeta! Pocos valientes para cuidarlo.

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