Opinión

Resoluciones de Año Nuevo

Ya hemos celebrado las fiestas de Navidad y ahora toca las de Año Nuevo. Aparte de las compras, las reuniones familiares, las comilonas de amigos y compañeros y una vuelta en la Noria de la Cidade Fermosa seguimos con las juergas preparándonos para, en algunos países, la gran final de enterrar el 2019 y abrir las puertas al 2020. En menos de que canta un gallo, habrá acabo una quinta parte del nuevo milenio. ¡Increíble! Y ha pasado de todo. Bueno, a lo que vamos. Una de las costumbres, especialmente en el Occidente es jurar una serie de promesas, generalmente personales para el año nuevo conocidos como ‘resoluciones’. Según algunos historiadores, la costumbre comenzó como un acto religioso.

Los romanos, por ejemplo, prometían de todo al dios Janus, mientras que los babilonios juraban ante sus dioses a devolver los objectos prestados y pagar sus deudas. Ya en el siglo XX, los cristianos, una de las costumbres era incluirlos en las tarjetas de Navidad, algunos eran pintorescos con promesas de ‘ser sincero’, ‘repelar pensamientos de ansiedad’ o -esperen- ‘fidelidad’. Pero pasemos a los mas comunes en donde participa toda la familia. Prometo dejar de fumar, perder peso, reírme de la vida, hacer nuevos amigos, y si somos religiosos, rezar y ser mas espiritual. Entre la juventud, se podría incluir, hacer más deporte, menos tiempo chateando en las redes sociales y en especial paseando por las aceras humanizadas de la ciudad, como zombis clavados al móvil, tecleando en WhatsApp. 
Yo incluiría, escuchar más música clásica y menos de los griteríos por parte de conjuntos de mamarrachos saltimbanquis. Pero eso es una opinión de abuelo. ¿Y que de los famosos? Entre los actores/as de cine, George Clooney podría prometer no desperdiciar el café del Nespresso, Javier Bardem de cortarse el pelo y Al Pacino de sonreír. Me gustaría incluir mis periodistas preferidos, tanto en USA, el Reino Unido y naturalmente este país, pero sería meterme en mi propio terreno al contribuir con mi granito de arena cada sábado en este periódico. Podría meterme con los religiosos, pero sería cruzar una línea roja porque no esta el horno para bollos en este terreno. Tendría un sicario en la puerta al día siguiente. ¿Y los políticos? Esos personajes, y hay millones de ellos que tienen el poder en las manos de toda la humanidad, tanto de los seres humanos como el resto del planeta para que algún día garantizaran la paz en el mundo y el cuidado de la naturaleza. Se recuperaría la sobrevivencia posiblemente con solo un gramo de garantía. 

En estos momentos está por el suelo. Pensaba una vez más, usar un poco de humor con este sector, pero francamente, al ver el panorama de tanta mentira –‘noticias falsas’- personajes mediocres, otros/as no solo falsos/as, pero sin escrúpulos y encima ignorantes y pensar que nuestro futuro está en sus manos me dan ganas de llorar. Ya tengo muchos años de vuelo en este mundo y he visto de todo. Por eso lo concluyo con un simple ‘Feliz año Nuevo’ a todos los lectores del Atlántico Diario.

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