Opinión

En recuerdo de la princesa Diana

Ante el futuro incierto del mundo debido al COVID-19 y la absurda decisión del Reino Unido de marcharse sin acuerdo de la Unión Europea - Brexit - es bueno recordar a una persona cuyo personalidad y amor por la humanidad nos dejo para siempre en un trágico accidente de tráfico en agosto de 1997. Este último miércoles, 1º de julio, fue el aniversario del nacimiento de la princesa. Es curioso que hace unos días vi por primera vez la película ‘Diana’, de 2013, interpretada por la bellísima Naomi Watts, basado en la novela de Kate Snell que cuenta los últimos 2 años de su vida después de su divorcio del Príncipe Carlos, gracias a la notoria infidelidad de éste con la divorciada Camila Parker-Bowles. 

La película cuenta como Diana conoció al cirujano cardiólogo británico-pakistaní Hasnat Khan que lo llamo ‘el amor de su vida’, según cuentan amigos/as intimos/as de la princesa después de su muerte. En mayo de 1996, Diana visitó Lahore, la capital de Pakistán después de una invitación por parte de la familia del cirujano al cual acudió sin que se enterase la prensa británica. Mientras, los medios, que ya habían husmeado esta relación secreta, habían comenzado una campaña de acoso constante con paparazzi a todas horas del día y la noche. Esta relación duro casi 2 años con distintos rumores en como acabo la relación. Era desde luego, un amor imposible. La incompatibilidad de religión, la notoriedad monumental causado por la prensa, la imposibilidad de una vida tranquila sin contar con el problema de la época. ¡La familia real británica! 

Finalmente, entabló una relación, según esta versión más amistosa que amorosa con Dodi Al-Fayed cuyo padre era el magnate Mohamed Al-Fayed que acabó, como es bien sabido en la muerte de ambos en un accidente de tráfico en Paris. Volviendo a la vida de Diana, recordemos que puso en marcha varias campañas humanitarias con una famosa denunciando el uso macabro de las minas antipersonales como las usadas por los argentinos en la guerra de las Malvinas. Siguieron varias obras destinadas al mejoramiento de la vida de los discapacitados y seres abandonados en varias partes del mundo. Poco a poco fue conquistando al pueblo británico hasta que el primer ministro Tony Blair la proclamo la ‘princesa del pueblo’ que quedó impreso en el alma de los británicos para siempre. Mientras tanto la Reina Isabel la seguía viendo con ojos de suegra pensando solo en sus escándalos amorosos, especialmente con lo de su última aventura con un musulmán. 

Después del trágico accidente, la Reina se retiró a su Castillo de Barlmoral hasta que se apaciguaran las aguas. Fue entonces que el clamor público se transformó en malestar hacia toda la monarquía y gracias a la inteligencia y astucia de Tony Blair que la convenció de que estaba equivocada, Isabel II volvió al Palacio de Buckingham a rendirle un tributo. La película ‘La Reina’ al que Hollywood otorgó el Oscar a la intérprete Helen Mirren lo cuenta todo. QEPD.

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