Opinión

Qué será, será

Hace muchos años, cuando estaba en el colegio, en la asignatura de literatura, estudiamos ilustres escritores como Charles Dickens, Bernard Shaw, Somerset Maugham y naturalmente William Shakespeare. Este último lo comparo con Cervantes por ser muy antiguo y bastante complicado para no llamarlo pesado. Que me perdonen los intelectuales. Mi favorito era Shaw por sus obras teatrales, algunos fueron llevados a la pantalla y me gustaba en particular el de Pigmalión, basado en la figura mitológica griega del escultor que se enamora de su propia obra. 
La historia de Shaw es sobre un experto en la lengua inglesa que insiste que el mismísimo acento define la procedencia del individuo. En otras palabras, perdonen la redundancia que la manera de hablar define si uno es de barrio bajero o de la alta sociedad aristocrática. Durante la época Victoriana de la obra, naturalmente. Un amigo le desafía con transformar a una pobre vendedora de flores con su buen acento ‘cockney’ a poder hablar perfectamente y pasar por una aristocrática de la alta sociedad londinense. 
Bueno, a lo que voy. Durante la obra, cuando por fin consigue que pronuncie debidamente decide hacer una prueba llevándola a la famosa carrera de Ascot e introducirla a su madre y sus amigas pijas. Y le dice textualmente, ‘solamente atente a temas del tiempo y al de la salud’. ¿A qué viene todo esto? Pienso hacer algo similar en el tema de mi participación los sábados en el AD porque los colegas de las columnas de opinión ya se dedican a las noticias actuales tanto las generales, como las locales, aunque he notado que pocos escriben sobre la Muy Leal. Supongo porque no hay nada que comentar ni criticar. Todo es perfecto en la Cidade Fermosa. Pues aquí va. El 13 de mayo falleció a los 97 la famosa cantante y actriz Doris Day. Comenzó su carrera en 1939, justo al comienzo de las II Guerra Mundial como cantante con numerosos éxitos durante casi 30 años. Su carrera cinematográfica era igual de exitosa que desde 1948 hasta 1968 vivió la época dorada de las comedias musicales especialmente la película ‘La Reina del Oeste’ basado en un personaje real llamado ‘Calamita Jane’, una pistolera de la época de Búfalo Bill y ‘Wild Bill Hickock’. También actuó en simples comedias, como ‘Mi marido se divierte’ sobre una pareja que tienen ansias de ser padres, pero no pueden y asisten a un centro sanitario con posibilidad de inseminación artificial. Es un enredo porque queda embarazada pero no se sabe quién es el padre. Tiene un final feliz. 
En 1956 trabajo con el director Alfred Hitchcock y el actor James Stewart en el thriller ‘El hombre que sabía demasiado’, la historia de un matrimonio que, en un viaje de turismo en Marrakech, Marruecos secuestran a su hijo y como se supone deciden obrar por su cuenta para recupéralo. Pero quizás el más famoso legajo que nos deja a todos, incluido una de sus más famosas canciones era el de ‘Que será, será.’ La letra es muy simple pero muy significativa en el mundo en que vivimos. La estrofa famosa en castellano es: ‘Que será será/lo que será será/el futuro no es nuestro/por lo visto/que será será.’ Lo cantó en nada menos que tres películas. El thriller, ‘No os comáis las margaritas’, año 1960 y ‘Una sirena sospechosa’ del año 1966. Gano un Oscar a la mejor canción y está considerada entre las 100 mejores canciones del cine. QEPD la muy admirada Doris Day.

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