El pasado 12 de ese mes se celebraron los famosos conciertos en el Royal Albert Hall de Londres, un evento que comenzó en el año 1896 fundado por un empresario, Robert Newman y el director de orquesta Henry J. Wood a finales del reinado de la Reina Victoria. Proms, que traducido al español es una especie de paseo musical que surgió debido a una practica de pasearse por las zonas no reservadas por algunos de los espectadores en el concierto.
Hoy es costumbre de que los que tienen la entrada gratis están de pie en el centro de auditorio y generalmente son los que más bullicio hacen durante el final cuando tocan las piezas tradicionales que cada año son las mismas sin olvidarnos del himno nacional de Gran Bretaña. Radio 3 de la BBC de Londres, junto con otras emisoras de música clásica en Europa retrasmiten los conciertos cada sábado en el que está incluido, naturalmente la emisora RNE clásica de este país. La última noche que concluye el evento es de especial interés y hasta se podría considerar eufórico, similar a los conciertos de Año Nuevo de Viena.
Este año no fue lo mismo por culpa de la pandemia de COVID-19 y por primera vez se celebró con el auditorio completamente vacío. Otra controversia que ha ocurrido fue las omisiones de las famosas composición de Edward Elgar ‘Land of hope and glory’, ¡traducido ‘La tierra de esperanza y gloria’ debido a su pasado como un imperio colonizador y la popular ‘canción’ ‘Rule Britania!’, traducido ‘¡Reine Bretaña!’ En esta última se le cambiará parte de la lírica porque incluye la siguiente frase que ya no cuela ni mola en el siglo XXI. ‘¡Reine Bretaña/Bretaña gobierna los mares/Los británicos nunca, nunca, nunca seremos esclavos’. Entre pitos y flautas todo esto refleja unos cambios radicales, no solo por la puñetera pandemia, pero porque hay un monstruo que apareció hace pocos años llamado Brexit y los organizadores del espectáculo, que no son políticos, pensaron que sería mejor dejar a un lado la pomposidad del Reino Unido de un pasado que ya no existe. Hasta cierto punto es una pena porque todo esto del imperio desaparecido había ocurrido hace ya años, aunque se había formado un gran núcleo de antiguas colonias en un tipo de ‘club’ llamado la Commonwealth, o Mancomunidad de Naciones compuesto por 54 naciones que continuó con la cooperación y amistad y ahora se ira todo a la porra el 1 de enero del 2021 cuando el Reino Unido se marche definitivamente del a Unión Europea. ¿Y porque ocurrirá? Porque el actual gobierno de Boris Johnson confió en volver a contar con los acuerdos comerciales con estos países y poco a poco le están diciendo que ‘¡Ni hablar!’.
O sea, no sacrificarán los actuales acuerdos con el resto de Europa para satisfacer al ‘ego’ de un gobierno chapado al siglo pasado. Pero volviendo a los Proms, como dice una frase de la lírica de ‘Camelot’ una encantadora musical de Jay Lernar y Fred Loewe basado en la vida del Rey Arturo de Inglaterra, su mujer Genoveva y Lancelot el amante de ella…’For one brief moment’…’, traducido, un ‘breve momento’ hubo alegría y el jolgorio de siempre en un concierto único en el mundo que sigue encantado al público tanto británico como mundial. Aunque fue sin público y solo por la radio y la televisión.
