Ahora que comienzan a soltar las riendas, abrir tiendas, comercios y hasta posiblemente las playas nos salen que los mayores de 70 años, por ser los más vulnerables a llenar las UCI nos dejan pasear durante un par de horas por la mañana y otras dos por la tarde. Si hemos sobrevivido hasta ahora, saliendo a hacer la compra, tirar la basura, ir a la farmacia, y comprar el puro de la semana en la Tabacalera, cumpliendo a raja tabla lo de llevar mascara, guantes en los super, mantener la distancia y lavarnos las manos, la tarjeta de crédito y las llaves de casa, seguimos igual de sano y no ha pasado nada ¿A qué viene esta nueva estupidez de privarnos de la libertad? Y no es solo en España. Ya existe la polémica en mi país ya que el loco de Johnson en el Reino Unido ha dictaminado el encerramiento total durante 4 meses para este sector de la población.
Ayer, el primer día de esta locura el panorama en un sector de la ciudad que acudí con mi mujer, la gallega la escena era verdaderamente dantesca. El paseo en García Barbón y salvo un joven idiota en una bicicleta, se llenó de seres humanos de nuestra edad, desde los más sanos haciendo aerobismo a los más inválidos en silla de ruedas con algún familiar o persona de Servicios Sociales acompañándola/lo. Por lo menos éramos todos dentro de este sector de la ciudadanía.
No quiero pensar lo que habrá pasado en otras zonas, especialmente en donde no llego todavía la maquinaria de humanización y estarían esquivando niños con monopatines, balones, cientos de perros, algunos sueltos y el resto de los que ya pueden pasear sin restricciones. ¡Vamos a ver! ¿Qué es lo que temen de verdad las autoridades? ¿Mas muertes? Si, lo sabemos todos. Las estadísticas apuntan a que los más vulnerables somos los de esta franja de la sociedad. Pero eso no quiere decir que nos pongan a todos en el mismo saco. Estoy absolutamente seguro de que cada uno/a sabe muy bien las limitaciones que tiene y no cruza una línea roja que automáticamente los mandaría al cementerio. Si es que no lo entienden, que nos den la pastilla para el otro mundo de una vez y asunto arreglado.
Hago otra pregunta. ¿Qué nos queda de vida de todas maneras? Todos/as sabemos que a partir de los 80 años nuestra vida podría acabar en cualquier momento. Muchísimos, con todo el respeto, están luchando contra todo tipo de patologías para poder sobrevivir, pero otros/as están más sanos que nunca y mejor que una gran mayoría de los más jóvenes. Hacen aerobismo, se apuntan a todas las maratones de la Cidade Fermosa y participan en muchos otros deportes para mantenerse en forma. Hasta incluso nuestro ilustrísimo alcalde, presidente del FEMP puede ejercer su mandato para dotarnos de más jardineras, más zonas peatonales, que por cierto son buenas para los geriátricos y la posible apertura de las playas en verano. En fin, para que seguir. Solo un último detalle. A todos nos ha afectado físicamente lo de estar encerrado todos los días, pero a los mayores, especialmente los más agiles ha sido peor. Personalmente me encuentro más débil y con menos fuerzas para hacer mi recorrido de siempre que era más de un kilómetro de caminata. Se que, en el futuro, nada será lo mismo, pero por lo menos que se igual para todos/as incluido los de nuestra edad. Nos lo merecemos.
