Opinión

Ennio Morricone

Esta última semana ha fallecido en Roma, a los 91 años el famoso compositor italiano de bandas sonoras del cine y la televisión mundial, que solo se puede comparar en genio con su colega norteamericano, John Williams que aún sigue, a sus 88 años contribuyendo al mundo audiovisual. Ennio cursó sus primeros estudios de música en Roma y aunque al principio se concentró en especializarse como trompetista pronto descubrió que su vocación era hacia la industria audiovisual, o sea la televisión y el cine. 

Durante su carrera que duró más de 60 años ha contribuido a una serie de clásicos, especialmente en Hollywood donde ganó un Oscar y fue nominado 5 veces. Quizás los que somos de la época recordaremos su primer gran éxito que fue ‘Por un puñado de dólares’, de 1965 con el actor Clint Eastwood, un forajido que llega a un pueblo en donde dos bandos están enfrentados y decide sacarle tajada al asunto. Comenzó la era de películas que se llamaron ‘El oeste de espagueti’. Un año más tarde, vuelve Clint con otro clásico, ‘El bueno, el malo y el feo’. Cuenta la historia del ‘bueno’ - Clint -, Lee Van Cleef, el ‘malo’ y Elli Wallach, el ‘feo’ en una historia absurda de tres pistoleros que buscan un tesoro en un cementerio. Pronto sigue otra película de vaqueros y nuevamente con nuestro amigo Clint, pero esta vez una joven Shirley Maclain como protagonista femenina, ‘Dos mulas y una monja’. Transcurre en Méjico donde Clint, el vaquero salva Shirley, la monja, de unos bandoleros, pero ella tiene un secreto. Ya en los años 70’ cambia de escenario contribuye en la graciosa película francesa ‘La cage aux folles’. Una comedia de una pareja de transexuales que regenta una boîte para gais cuando llega inesperadamente el hijo de uno que les informa que se va a casar y que quiere presentarles a sus futuros suegros. El guion original es una obra de teatro que se estrenó en Paris en 1973 con un tremendo éxito de público. Pero pasemos a tiempos modernos a concentrarnos en dos verdaderas joyas cinematográficas del siglo pasado, ‘Los intocables’, con Kevin Costner, Andy García y Sean Connery - gano su único Oscar - y ‘La misión’, con Jeremy Irons y Robert de Niro. Esta última, en un papel secundario consagro el futuro del actor irlandés Liam Neeson. El primero es la historia verídica de Elliot Ness, el agente del Tesoro de los Estados Unidos en Chicago, que, durante la época de la ‘Ley Seca’ en los años 20’ del siglo pasado - la prohibición de bebidas alcohólicas – persiguió al famoso gánster Al Capone que tenia una red mafiosa de tugurios y distribución del producto prohibido. Ya es conocido que finamente fue arrestado y condenado por no haber pagado sus impuestos de renta. Nada que ver con la organización criminal que dirigía en la ciudad. 

Pero la joya de la corona de Ennio fue la partitura magnifica que quedara para siempre para la película ‘La Misión’, también protagonizada por Robert de Niro. Jeremy Irons interpreta el papel de un Jesuita que penetra el mundo desconocido de los indígenas guaraníes en el norte de Argentina a mediados del siglo XVIII durante la disputa de la zona entre España y Portugal que acabo con el Tratado de Madrid de 1750 que entrego el territorio a Portugal. La película acaba con la destrucción del pueblo y la matanza de los indios incluido los curas jesuitas. La banda sonora de Ennio es majestuosa. Por si interesa, existe una gran interpretación en Internet dirigida por el compositor con la orquesta sinfónica de Roma.

Te puede interesar