Ya pasó el primero de un gran número de fiestas en esta Cidade Fermosa, limpia, iluminada y alegre. Llego Papa Noel, trajo juguetes, caramelos, marisco; de todo. Hubo reuniones familiares, comilonas de colegas desde peñas de futbol a antiguos compañeros de trabajo, turistas de todos lados, calles abarrotadas de gente. En fin; no falto nada. Pasemos al segundo episodio que será el Fin de Año. Más de lo mismo salvo el inevitable bullicio a la medianoche del 31, cuando suenan las doce campanadas de la Puerta del Sol de Madrid y se acaban las botellas de champan. Luego llega el 2019, mas candilejas callejeras, aparecen tres Magos con más regalos en el Día de Reyes y sin más pasaremos a febrero esperando al carnaval con carrozas, bailes, fandango y la ciudad convertida nuevamente en un cambalache alegre lleno de mas turistas. Puede que terminen las juergas pero no. Aun le sigue la Reconquista que, en el nuevo año, según nuestro ilustre regidor promete ser mejor que nunca. ¿Despertaremos de las resacas y que encontramos?
Se acabó el invierno, llego la primavera, más horas de sol, más calor y más compras de ropa de verano. ¡Hala! A ponerse los trajes de baño, salvo los nudistas y como Melina Mercuri, en la famosa película ‘Nunca en domingo’, ¡todos a la playa! Esperen un momento. Acabo de despertar del sueño. Vuelvo a la realidad. Es que nos espera un verdadero tsunami de acontecimientos que, una vez duchados y abierto las ventanas de nuestro cobijo, sea el chalet de lujo de algún político, o el portal de alguna vivienda, estaremos ante un sinfín de problemas mundiales que amenazan el porvenir de la humanidad. Cambio climático, escandalosa polución del planeta, nuevas tecnologías tanto innovadoras como amenazadoras, guerras que siguen, otras que acaban y los que están por venir. Sin embargo, hay otros temas igual de impactantes. Por un lado, los adelantos de la ciencia, la política de igualdad, la continua lucha por los derechos humanos, por otro el constante desafío del movimiento masivo de humanos, sean refugiados, emigrantes e incluso el turismo, todos tendrán un impacto sobre el futuro del planeta.
Y no hablemos de la economía, sea cual sea de todos los países del mundo. El avance y desafió de los países en desarrollo como la India y China con sus adelantos tecnológicos, un coste laboral de dudosa protección social y muy por debajo de los de la vieja Europa. Hablando del viejo continente, la mismísima Unión Europea está siendo desafiado por todos los costados como un proyecto que necesita serias revisiones para enfrentar los nuevos desafíos mundiales.
Hay distintos tipos de problemas como ejemplo la economía de Italia, las rebeliones en Polonia e Hungría con el problema de la emigración y luego está el Reino Unido con su Brexit. Este último esta como los volcanes en erupción listo el año que viene a sacudirnos a todos si no se consigue una solución a su salida gracias al divorcio por no haber un plan ni un acuerdo después de más de dos años y medio de negociaciones nefastas. ¿Y qué pasa en España? El desafío de Cataluña. Un cambio de gobierno con un programa a base de decretos ley revocando la mayoría de los del gobierno anterior y con presupuestos sin aprobar. Hablando de presupuestos, el Concello de la Muy Leal acaba de aprobar los locales, sin deuda, con superávit y unos ingresos aumentados gracias a los millones de la Unión Europea, las aportaciones de la Zona Franca y la Diputación de Pontevedra. Nada chico, a vivir felices y comer perdices. Como dice el refrán. Vivimos en una ‘Cidade Fermosa’.
