Prepárense para lo peor. Dentro de cinco semanas el Primer Ministro del Reino Unido, Mr. Boris Johnson juró cumplir con su promesa de marcharse de la Unión Europea el 31 de octubre. No importa lo que diga el Parlamento, ni los jueces, ni la del 5ª, este político energúmeno cerrara la puerta a Europa. ¡Y al carallo! Lo trágico de haber llegado a esta situación es que, como ocurre en tantas partes del mundo occidental y civilizado, los medios de comunicación, totalmente populistas lo han estado apoyando a lo largo de este paseo de tres años por el campo de minas y con un furor nunca visto en la política mediática.
Fíjense hasta qué punto han llegado que han dado la vuelta a la opinión publica con artículos de total caos y violencia callejera si el gobierno no cumple con esta puñetera promesa. Las instituciones de la Unión Europea ya están convencidas de que no hay nada que hacer salvo abrocharse el cinturón de seguridad, y que cada país aguante la primera ola del tsunami que nadie, repito nadie espera ni sabe lo que será para cada sector de la ciudadanía europea. Y lo peor de todo esto, aparte de la milonga que se arma es que los puñeteros ingleses culparan a nosotros los europeos cuando salen a la calle en noviembre cuando comience, porque comenzara, a sufrir el ciudadano de a pie que desde hace más de 40 años nunca ha entendido ni se dio cuenta de lo que era y sigue siendo la Gran Unión Europea.
Ni Gila sabrá que hacer llamando por teléfono a la Reina Isabel y preguntando qué piensan sus guaos guaos ya que no podrán viajar a Francia sin la vacuna antirrábica. Una vez más, y me siento como un disco rayado –ya usé esta metáfora– repito, el movimiento nefasto de ‘atacar’ a la Unión Europea, en especial la Comisión Europea (los ingleses no saben nada mas) como una institución nefasta, podrida, anticuada, dictatorial, burócrata, lleno de sinvergüenzas, despilfarradora y sobre todo inútil comenzó nada menos que hace 20 años. Este individuo, Mr. Boris Johnson y su compinche, Mr. Nigel Farage del nuevo partido de ultra derecha comenzaron la campaña difamatoria de una manera muy astuta.
El primero como corresponsal de la ‘ahora’ ultra derecha ‘Daily Telegraph’ con miles de artículos en contra, y el otro con su blog personal - similar a nuestro canal de televisión local con ‘consultas al alcalde’ - por un lado y un paseo por todos los pubs de Inglaterra con discursos y pintas para todos con el lema ‘¡La Unión Europea nos roba!’ por el otro. Puede que sea muy duro, pero los comparo a Joseph Goebbels, al principio de los años 30 del siglo pasado como jefe supremo de la propaganda nazi, que poco a poco convenció al pueblo alemán que los judíos, los negros -ahora conocidos en USA como afro-americanos- y todo ser humano que no era rubio con ojos azules era la escoria del mundo. ¡Funciono! ¡Y miren como acabó! En el caso del dúo dinámico, somos los del otro lado del Canal. Por ahora lo dejo ahí, pero con una advertencia, o como dice el refrán, ‘aviso a navegantes’. Señores/as políticos - y me refiero a todos los jefes europeos - aparte del tema de más importancia que es el cambio climático, olvídense de los problemas cotidianos y comiencen a preparar a la población de que esto va en serio. Nadie se salva. Continuara…
Fíjense hasta qué punto han llegado que han dado la vuelta a la opinión publica con artículos de total caos y violencia callejera si el gobierno no cumple con esta puñetera promesa. Las instituciones de la Unión Europea ya están convencidas de que no hay nada que hacer salvo abrocharse el cinturón de seguridad, y que cada país aguante la primera ola del tsunami que nadie, repito nadie espera ni sabe lo que será para cada sector de la ciudadanía europea. Y lo peor de todo esto, aparte de la milonga que se arma es que los puñeteros ingleses culparan a nosotros los europeos cuando salen a la calle en noviembre cuando comience, porque comenzara, a sufrir el ciudadano de a pie que desde hace más de 40 años nunca ha entendido ni se dio cuenta de lo que era y sigue siendo la Gran Unión Europea.
Ni Gila sabrá que hacer llamando por teléfono a la Reina Isabel y preguntando qué piensan sus guaos guaos ya que no podrán viajar a Francia sin la vacuna antirrábica. Una vez más, y me siento como un disco rayado –ya usé esta metáfora– repito, el movimiento nefasto de ‘atacar’ a la Unión Europea, en especial la Comisión Europea (los ingleses no saben nada mas) como una institución nefasta, podrida, anticuada, dictatorial, burócrata, lleno de sinvergüenzas, despilfarradora y sobre todo inútil comenzó nada menos que hace 20 años. Este individuo, Mr. Boris Johnson y su compinche, Mr. Nigel Farage del nuevo partido de ultra derecha comenzaron la campaña difamatoria de una manera muy astuta.
El primero como corresponsal de la ‘ahora’ ultra derecha ‘Daily Telegraph’ con miles de artículos en contra, y el otro con su blog personal - similar a nuestro canal de televisión local con ‘consultas al alcalde’ - por un lado y un paseo por todos los pubs de Inglaterra con discursos y pintas para todos con el lema ‘¡La Unión Europea nos roba!’ por el otro. Puede que sea muy duro, pero los comparo a Joseph Goebbels, al principio de los años 30 del siglo pasado como jefe supremo de la propaganda nazi, que poco a poco convenció al pueblo alemán que los judíos, los negros -ahora conocidos en USA como afro-americanos- y todo ser humano que no era rubio con ojos azules era la escoria del mundo. ¡Funciono! ¡Y miren como acabó! En el caso del dúo dinámico, somos los del otro lado del Canal. Por ahora lo dejo ahí, pero con una advertencia, o como dice el refrán, ‘aviso a navegantes’. Señores/as políticos - y me refiero a todos los jefes europeos - aparte del tema de más importancia que es el cambio climático, olvídense de los problemas cotidianos y comiencen a preparar a la población de que esto va en serio. Nadie se salva. Continuara…
