Opinión

Bye bye

Como dicen los ingleses, sigue el adiós de la Pérfida Albión. En medio del actual Apocalipsis COVID-19, siguen su plan de marcharse definitivamente el 1 de enero del 2020. Ni acuerdo final, ni prorroga, ni nada. ¡Acerrar la puñetera puerta! Como me informan constantemente las asociaciones de británicos en Europa y media docena de medios de comunicación del Reino Unido, incluidos el periódico ‘Guardian’, muy amante de Galicia y el ‘Economist’ que sigue fiel a su opinión original de que Brexit era, es y será un fiasco, el primer ministro del Reino Unido, Mr. Boris Johnson y su amante –no se cual- estarán pegándose la gran borrachera con unas buenas pintas inglesas de cerveza mientras le dicen adiós a Europa y a 450 millones de ciudadanos que ya no tendrán , o por lo menos a final de este año, libre movimiento dentro del Reino Unido al no ser que se traigan un fajo de miles de libras para poder solicitar residencia, ¡Ojo! Con visado temporal. 

Según el último pronóstico del gobierno británico, no habrá cambios inmediatos y aseguran que pronto cerraran acuerdos comerciales con todo el mundo -suponen- incluidos unos ‘reformados’ con los que aún tienen con la ‘antigua’ Unión Europea. Dicen que ya no dependerán del yugo de Bruselas ni Estrasburgo y que podrán reformar su sistema judicial y su comenzar una nueva vida de ‘libre soberanía’ –que alguien me lo explique- incluido un gran super acuerdo con USA que les ha prometido el rubio Trump que probablemente les ofrezca a los guiris pases ‘gratis’ a sus campos de golf en América.

Los ingleses se lo han tragado. Y así está el posible panorama del final del comienzo de un largo viaje a ninguna parte una vez que el Reino Unido de su Majestad nos cierre la puerta, incluido a los británicos que somos residentes y que francamente no tenemos ni idea de como nos va a afectar aquí en España salvo lo que ha sido anunciado ‘oficialmente’ tanto por la embajada británica como por el gobierno de España. Se, dilecto/a lector/a que es un tema que he estado sacando a relucir cada dos por tres, pero es que me estoy dando cuenta de que la ciudadanía en general aun no ha percatado de las consecuencias, y no me refiero a los que están muy involucrados, ejemplo todo el sector de la pesca en Galicia, sino a la gente normal que solo ve y lee un par de notas diarias con un resumen aguado de las negociaciones, mientras los medios siguen con los horrores de la pandemia -como pueden- observando pasmados a los tropecientos sobresaltos diarios que presenta el circo político actual que naturalmente es de máxima preocupación local y nacional. 

Les aseguro que no tienen la culpa por la simple razón de que, hasta ahora, toda noticia que sale del parlamento de Westminster, y no hablemos de los medios de comunicación, es puro humo. Menos mal que llego el verano y la playa nos hace olvidar de la farsa anglosajón y nos trae un poco de alivio. Hay poco pero algún que otro elixir turístico para poder atraer al mas exótico de los participantes tanto nacionales como internacionales. La próxima nota, ya que el final del cuento del divorcio se habrá acabado será ‘y todo a media luz’, como canta Gardel. Había pensado en ‘mi Buenos Aires querido’ pero no cuaja. Sin embargo, este último tango hace llorar. ¿O no? 

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