Fue Tarradellas quien dijo que en política se puede hacer de todo, ¡menos el ridículo”. En su empeño de paños calientes con los independistas de Cataluña, Pedro Sánchez vuelve a quedarse solo y sin convencer a nadie. No ha contentado a los destinatarios de su mensaje del lunes, ni tampoco a los constitucionalistas.
Comenzaba la semana con una propuesta de “un referéndum por el autogobierno, no por la autodeterminación”. Y desde Cataluña le preguntaron qué cosa era eso. Dentro de la Constitución cabría someter a referéndum un nuevo estatuto para una comunidad o, en un asunto de interés general un referéndum que convocara a todos los españoles con derecho a voto, como la reforma de la Constitución.
Sánchez hace suyo el equívoco lenguaje de los rebeldes como conflicto territorial o encaje de Cataluña en el Estado. Y esa nueva “largada” no ha recibido, como era lógico, otro respaldo que el del PSC, o sea, la organización territorial del PSOE en Cataluña. Y el de Podemos, su consocio de gobierno, naturalmente.
Cuando se sometió a referéndum el Estatuto de 2006, lo respaldó el referéndum menos del 50 por ciento del electorado, es decir que más de la mitad de los electores con derecho a voto dejaron de hacerlo, si bien los que votaron estuvieron mayoritariamente a favor. Los independistas consideran que ese es un camino andado.
El Govern le han dicho que la propuesta es un regreso al 2006 para retomar un debate “que luego no se respetó”. No es que no se respetara, es que el Constitucional tuvo que pulirlo. La disparatada propuesta de Sánchez de reponer las amputaciones por medio de leyes orgánicas fue una de las primeras salidas improvisadas de las que no volvió a hablarse. La consellera de Presidencia de la Generalitat, Elsa Artadi, ha mantenido que el consenso en Catalunya no gira sobre un nuevo Estatut sino “sobre el derecho a decidir”. Además, esta ha instado al presidente a que aclare a qué se refiere con un referéndum por el autogobierno. Es lógico.
¿Qué clase de referéndum de autogobierno seria ese que pudiera acomodarse dentro de la Constitución? Esquerra Republicana le pide que llegue hasta el fondo y le han dejado claro que por Cataluña las cosas no han cambiado, que sea “valiente” y convoque un referéndum de autodeterminación, La portavoz del partido, Marta Vilalta, insiste que lo que se pretende no es un nuevo estatuto, sino el reconocimiento del “derecho a decidir”, igualmente.
Y Podemos también se alinea con el derecho a la autodeterminación, mientras que el PP pide al Gobierno que se prepare para aplicar otro 155 y Ciudadanos se preguntaba este lunes si Sánchez “está proponiendo otro estatuto inconstitucional”. O sea, más poderes y borrar lo poco que ya queda del Estado.
Y mientras, en apenas cien días, el presidente Sánchez sigue dando bandazos y rectificando, incluso en horas, en asuntos esenciales. Y tiene que salir a apagar fuegos el ministro Ábalos, afirmando que “Si estas rectificaciones son para acertar, bienvenidas”. No se disculpan ni reconocen que se está gobernando haciendo bordadas y virajes.
Y mientras éstos van de un lado para otro, Torra y los suyos navegan en clara enfilada hacia su meta. Y mientras, Torra sigue amenazando al Estado, porque “tiene un gobierno débil y nosotros uno fuerte”. Y advierte que la hora del triunfo se acerca y que su prenuncio se verá no ya el 11 de septiembre, sino con la puesta en libertad por el mismo si sus camaradas son condenados, Lo ha anunciado solemnemente. Su programa de gobierno es de confrontación total.
Por lo que ha trascendido, el vicario de Puigdemont, Torra, fundamentará su discurso en mantener la movilización ciudadana, con especial atención a la manifestación de 11 de Septembre, y la voluntad de destacar a los “presos y exiliados” como primer sujeto de su programa de gobierno, con la vista puesta en el juicio a los encausados por el 1-O. “Llegaremos hasta el final” y en que no aceptará una sentencian condenatoria y por lo que habrá con nuevas movilizaciones y una huelga general auspiciada de nuevo desde la Generalitat llegado el caso.
