Opinión

¿Qué modelo federal ofrece Sánchez a España?

Es de todo punto evidente que uno de los asuntos capitales a los que se enfrentará el nuevo gobierno de Pedro Sánchez (dando por hecho que saldrá delante de uno u otro modo) es, según sus propia manifestaciones y prioridades, abordar el asunto catalán. En este sentido, con la acostumbrada ambigüedad, el Doctor Sánchez ha venido ofreciendo a Torra “estirar el Estatut y la Constitución para avanzar en autogobierno”. Eso quiere decir en Román paladino: más competencias a costa de las del Estado, menos presencia por lo tanto del Estado y más dinero”. Lo malo es que, para la reforma de la Constitución, ni con todos los apoyos que le hicieron llegar a la Moncloa en su día tendrá suficiente para la reforma de la Constitución.
Parece un poco ingenuo que, mientras Torra abre embajadas, Sánchez le ofrezca reconducir las aspiraciones del independentismo dentro del marco constitucional. Y para eso, pasando por la reforma de la Constitución, la receta es convertir a España en un Estado Federal. Y algo más. ¿Pero qué clase de Estado Federal? ¿Acaso el modelo asimétrico que Zapatero estaba dispuesto a otorgar a Maragall, suyo primer paso fue el fallido Estatut de 2006? Sánchez ya sugirió volver por ese camino, con algunas ocurrencias peregrinas como reponer mediante leyes orgánicas algunas de las competencias, principios y definiciones que el Constitucional cercenó en su día.
Y en cuanto al modelo federal, ¿cuál tiene Sánchez en mente? A saber: el norteamericano, el suizo, el alemán o el estado regional italiano. Este último habrá que descartarlo e incluso el alemán, ya que, en no pocos sentidos, el Estado de las Autonomías los supera. Con respecto al modelo, no deja de ser curioso que, en el caso de los Estados Unidos, desde el New Deal de Rooselvet ha sido notable el fortalecimiento de los poderes federales.  En el caso de la República Federal de Alemania conviene recordar sus propios antecedentes históricos. Pese a la serie de importantes competencias que en exclusiva (educación o agricultura) o concurrentes que poseen los 10 länder, la subordinación de estos al Estado federal no admite fisuras, dentro de lo que se ha llamado el federalismo cooperativo, claramente escorado a favor de la federación. No obstante, en función de la cláusula residual los länder podrían legislar en aquellas materias no específicamente competencia de la Federación. Algo parecido ocurre en el caso de la Confederación Helvética y las competencias de los cantones, pero sin dudas sobre la competencia de la Federación. En cuanto al Estado regional italiano es un modelo netamente inferior a nuestro Estado de las Autonomias. También allí hay 5 regiones con un estatuto especial y otras de régimen común. 
Pero hay otras claves que podemos hallar en los propios documentos del PSOE, como la Declaración de Granada y sus propuestas para un Estado federal que supere al de las autonomías. Pero lo peor de todo es que no parece pensado para mejorar la organización del conjunto de España, sino para contentar a los independentistas catalanes y vascos. Uno de los contenidos más insólitos de la Declaración de Granada, de 2013, consiste en impedir que el Tribunal Constitucional puede corregir los contenidos de los Estatutos de Autonomía, una vez votados. Es decir, tratar de evitar lo ocurrido con el de Cataluña de 2006. Es un disparate, pretender que el Constitucional no pueda conocer por igual la constitucionalidad de todas las leyes. 
El programa electoral del PSOE para las últimas elecciones indicaba: “Desarrollaremos los procedimientos de participación de las CC.AA. en las decisiones del Estado, y especialmente en la legislación” (¿En qué legislación?), lo que se debe unir a la Declaración de Granada donde se dice “Necesitamos reformar la Constitución para incorporar los hechos diferenciales y las singularidades políticas, institucionales, territoriales y lingüísticas que son expresión de nuestra diversidad”. Están pensando en Cataluña.¿Y cómo van a ser iguales los ciudadanos con independencia de su vecindad civil dando valor político y jurídico a lo que se denominan “hechos diferenciales”
Y en cuanto a los modelos de Estado Federal, parece que vamos a asistir al alumbramiento de los montes. ¿Qué quiere decir “asimétrico”? ¿Acaso confederal?; ¿esto es una confederación de las naciones que según el doctor Sánchez existen en España: Cataluña, País Vasco, Galicia y el resto, pero empezando por Cataluña y España? Pero, insisto, inspirado dónde. Ya sean los Estados Unidos, Suiza, Alemania o el estado regional italiano, la supremacía indiscutible de la ley federal o estatal es incuestionable y el propio sentido unitario de la nación misma. Pero eso no es lo que se trasluce por aquí. Es más, existe esa misma tensión de modo apreciable y un sentido de refuerzo de lo federal en sentido generalizado.

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