Este maestro de escuela y político profesional, en realidad, representa el rostro más cínico y desvergonzado del PSOE y del Gobierno. Es la imagen de su relativismo moral, de que todo es asumible si sirve a sus fines. Su última perla ha sido afirmar que la violencia desatada en Cataluña y animada por Torra “es asumible”. O sea, que es asumible que se produzcan estragos, que se intente asaltar el Parlament y que se impida el ejercicio del constitucional derecho a la libre circulación de los ciudadanos.
Todavía en enero de este año afirmaba enfáticamente que nunca se aceptarían los votos de los independentistas (que incluye en el lote a Bildu-ETA) para llegar a la presidencia, porque estas ideologías no tienen la misma idea de España que tiene el PSOE. Y sin que sus ahora consocios hayan cambiado para nada, ya hemos visto que valor tenían aquellas afirmaciones, como lo fueron las del propio Pedro Sánchez y de Jordi Sevilla de que nunca se pactaría o veríamos un gobierno PSOE-Podemos.
El cinismo de este profesor de EGB no tiene límites a la hora de darle la vuelta a la realidad. En sus guiños y cesiones a Torra y al independentismo catalán, ha llegado a decir que fue el Estado el que se independizó de Cataluña y no al revés. O sea, que fue el Gobierno anterior el responsable de la deriva secesionista de Cataluña y no Mas, Puigdemont y los suyos. Y obviamente, el que los rebeldes que no escaparon estén en prisión preventiva no ayuda imposible salida que se pretende desde la Moncloa: reducir todavía más la presencia del Estado en aquella comunidad, más dinero, competencias y privilegios para Cataluña.
El enfático cinismo de Ábalos resulta tanto más indigno en la medida que da la sensación de que responde a un juicio equilibrado. Pero, dentro de ese contexto, afirmar que la última expresión de que lo ocurrido el primero de octubre es asumible denota la pérdida total del sentimiento de la responsabilidad del Estado. Para un Estado de Derecho ningún grado de violencia puede ser asumible y debe ser combatida y atajada.
Y por su le faltara algo, es otro de los que ha contribuido a la campaña de ir preparando a la sociedad española ante las medidas de gracia para los golpistas que ha empezado a hace circular el PSOE y el Gobierno, previa pues en libertad cuando no han cumplido ni la mitad de la prisión provisional que corresponde preventivamente a los graves delitos de los que están acusados.
