Opinión

Los mimbres del Gobierno

Antes de que se cumpla la semana desde el 26-J comienzan a aparecer los mimbres con los que se ha de armar el cesto del Gobierno. La incógnita es determinar si son los necesarios o si son suficientemente flexibles para trabajarlos ya, o necesitan algo más de tiempo para hacerlos más manejables. Mariano Rajoy, en su línea de dejar a los demás que se cuezan en su propia salsa ha decidido empezar la ronda de consulta sobre posibles apoyos por Coalición Canaria, un voto prácticamente asegurado, pero que de poco le sirve en la medida que otros grupos parlamentarios le sigan negando el pan y la sal. Como ha hecho el PNV, que ya ha dado por imposible su apoyo a la investidura del presidente del Gobierno en funciones. Por razones históricas y electorales.
Los mimbres que más y mejor se están ablandando son los de Ciudadanos, que a medida que pasan los días va dejando caer barreras infranqueables, como que sea Rajoy quien vuelva a presidir el Ejecutivo. Como no quiere ‘comerse el marrón’ de ser el único apoyo importante con que cuente el PP, para no abundar en la imagen de ser su marca blanca, sigue preconizando la gran coalición ampliada con ellos. Tras la negativa de los nacionalistas vascos combinada con el veto de los partidarios de Albert Rivera a estar en el mismo barco con los de Andoni Ortuzar, Ciudadanos pretende trasladar la presión a los socialistas, quienes a su vez tienen dos cosas claras, la primera que no se pueden ‘tripitir’ las elecciones, y que los votantes  les han colocado en la oposición.  
En la medida que se descuelguen partidos del  apoyo a Rajoy en la investidura, se complica la elaboración del cesto, pues al PSOE ya no le bastará con “una mínima abstención a última hora” como defiende el presidente extremeño Guillermo Fernández-Vara, sino que tendrían que ser doce los diputados del grupo parlamentario socialista los que debieran ausentarse de la segunda votación de investidura, en la que basta una mayoría simple para ser designado presidente, lo que supondría una lectura tergiversada de los votos recibidos de  proporciones considerables, y que no se compadece con las declaraciones de Susana Díaz, acerca de que “los votos del PSOE no podían servir de muleta de Rajoy o de Iglesias”.
Por tanto, el cesto del Gobierno solo se puede hacer con los mimbres del PP y de Ciudadanos con el adorno de Coalición Canaria.  Un cesto del que a los dos años, según Ciudadanos, habría que comprobar su solidez por medio de una cuestión de confianza.
Así las cosas quizá sea preciso tener en cuenta la predicción de la portavoz parlamentaria de Coalición Canarias Ana Oramas que pronostica que no habrá gobierno antes del mes de octubre, cuando se hayan celebrado las elecciones autonómicas vascas y si llega el caso el congreso del PSOE –aunque la doctrina oficial de los socialistas es no realizarlo antes de que se forme gobierno-, después de que Mariano Rajoy haya fracasado en las dos primeras sesiones de investidura y quizá no sean él ni Pedro Sánchez quienes lideren los dos principales partidos nacionales.
Habrá que esperar hasta el martes de la próxima semana para ver cuál es su proyecto político y cuáles son las ofertas que realiza al resto de los partidos.  Ahora sí, Rajoy ha cogido la pelota y tiene que comenzar a repartir juego.
 

Te puede interesar