Opinión

Más allá de los 'decretazos'

Hay vida política, y social, más allá de los 'viernes al sol' del Consejo de Ministros y sus 'medidas exprés', quizá poco estéticas, pero muy legales y algunas muy razonables. Igualmente hay vida más allá de las candidaturas con televisivos, toreros y empresarios de éxito, que también de independientes ha de nutrirse el Legislativo, aunque ya veremos cuánto de ingobernable nos resulta el hemiciclo resultante de las elecciones del 28-A.
Claro, estamos inmersos en no poca frivolidad, porque bastantes de esos independientes, procedan de la farándula o de la empresa, desconocen los programas de los partidos que los han 'fichado'. Suponiendo, claro, que tales partidos tengan programas estructurados como tales. Que, por cierto, los tienen. Y eso me concede a mí, irrecuperable optimista, algo de esperanza en que esto no está del todo muerto.
Sí, más allá de los 'decretazos' de los viernes, reconozco que confío bastante en que encontremos medidas ilusionantes en el programa electoral que Pedro Sánchez va a presentar con bombo, platillo y muchos invitados, este miércoles en Madrid. Algunas cosas se han ido filtrando, pero prefiero aguardar, para el análisis, a conocer del todo el texto y el contexto, antes de lanzarme a opinar si se trata de medidas posibles, necesarias y realizables, o si son una nueva edición de los brindis al sol a los que nos tiene acostumbrada nuestra clase política.
Reconozco, en todo caso, que hay manos que saben lo que hacen en los preparativos de la campaña socialista: será que el 'maillot amarillo da alas', como se decía en el Tour. Ahora hay que tener más cuidado con las rebajas de impuestos quiméricas, con las subidas de pensiones imposibles y con la vida feliz que se propone a los ciudadanos, porque estos andan, desde hace muchos años, con la mosca tras la oreja y no compran fácilmente cualquier mercancía.
Y lo mismo sea dicho de los programas de PP y Ciudadanos. Se están desgranando medidas altamente interesantes y sugestivas. Hacer un esfuerzo fiscal en favor del campo, para frenar la despoblación de las zonas rurales, como ha propuesto Rivera, es algo que debe ser tomado muy en cuenta. Ya me gustaría a mí que los debates que vienen (espero) antes de las elecciones se centren en materia impositiva, de reformas territoriales y de la Administración, en lugar de ser disparos de sal gorda de unos contra otros. Y si, de paso, alguien tuviese a bien proponer medidas de avance democrático, como limitación de mandatos, reformas en la Constitución y en la normativa electoral, mis dosis de optimismo crecerían. Pero esto, el perfeccionamiento de una democracia que, por el contrario, ahora retrocede, no parece interesar a los buscadores de votos, quizá porque los votantes tampoco se sienten urgidos por tales necesidades. Así que eso lo dejamos, ay, para otro día.
Y no, del 'programa económico' desgranado -es un decir- por Pablo Iglesias el pasado sábado, consistente en lanzar misiles verbales contra banqueros y medios de comunicación, prefiero no opinar mucho. Esta pretende ser una columna constructiva, y no un simple altavoz de vociferantes. ¿De verdad ese Pedro Sánchez que presenta este miércoles su 'programa socialdemócrata' para el Reino de España podría volver a pactar con quien trata de derribar, por supuesto que con toda legitimidad pero sin sabiduría, los pilares del Estado?

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