Opinión

Pedro madruga a Pablo

En política quien da primero, da dos veces. Lo acabamos de ver en la reacción del Presidente del Gobierno a la situación creada por los vaivenes en las sentencias del Tribunal Supremo en el asunto de las hipotecas. Conocido el fallo y el clamor de la marea de indignados que asomaba por las cadenas de televisión y las redes sociales, Pablo Iglesias salió a la palestra para convocar para el sábado 10 una manifestación frente a la sede del Supremo. El objetivo último de la protesta es capitalizar políticamente la situación de rechazo creada por una sentencia que revocaba otra anterior en la que el pago del impuesto correspondía a los bancos dejando abierta la puerta a la recuperación de las cantidades cobradas a quienes en los últimos años habían firmado una hipoteca. Podemos nació en la calle y la calle es un escenario que domina. Todo, pues, estaba previsto para que dicha protesta fuera una manifestación del poder de Podemos. Y del que administra su líder en sus constantes apariciones en los programas de debate que cultivan con éxito de audiencia algunos canales de televisión. Todo, ya digo, estaba pensado y bien atado por parte de Pablo hasta que en eso llegó Pedro y le robó el guión para sustituirlo por otro que ya está en el BOE.
Hablando de poder es lo que tiene actuar desde La Moncloa. La ventaja de quien manda .Que es lo que ha hecho Pedro Sánchez y su Consejo de Ministros, improvisando un decreto ley que establece que a partir de ahora el famoso impuesto (AJD) lo pagarán los bancos que, demás, no podrán deducirlo fiscalmente.
Más allá de algunas críticas de ciertos juristas que advierten que dicho procedimiento (la vía del decreto ley cuando en el Congreso se está tramitando una reforma de la Ley Hipotecaria) podría ser objeto de recursos, lo cierto es que Pedro Sánchez se apunta un tanto político notable. Hablo de Sánchez, no del PSOE, partido que en los años de vigencia del impuesto jamás alentó reforma y en las comunidades autónomas en las que gobierna lo tiene por fuente destacada de ingresos. Volviendo a Pedro y a Pablo, rivales en la disputa del liderazgo de la izquierda pero a la sazón socios políticos desde el éxito de la moción de censura y también en el proyecto de Presupuestos que en su día presentaron a medias, ésta vez ,como en aquella deliciosa película (El Golpe), protagonizada por Paul Newman y Robert Redford, ha sido Pedro quien -entiéndase la metáfora- le ha robado la cartera a Pablo. Atentos a la pantalla porque en política quien las da, las toma.

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