Opinión

La economía se cae a trozos

La revisión de las cifras de crecimiento y empleo que llevan días publicando distintos organismos culminó el jueves con la realizada por la Comisión Europea. Dice Bruselas que el PIB de España aumentará este año un 1,9%, cuatro décimas menos que la anterior previsión, y que no se cumplirá ni la previsión de déficit público ni de empleo. Nada menos que 180.000 puestos de trabajo menos de los que espera el Gobierno en funciones de Sánchez.
Hoy vamos a votar por cuarta vez en poco tiempo. Muy probablemente, la mayoría de los electores no se hayan leído los programas de los distintos partidos. Puede que se conozcan los trazos gruesos de unas propuestas que o bien ahondarían en el deterioro de la economía o bien anuncian medidas que sobre el papel son las necesarias, pero que habría que ver el deterioro real de la situación para saber si ciertamente se podrían llevar a cabo.
De lo que no hay ninguna duda es de que la economía está en pleno desgaste. El PIB aumenta sustancialmente menos que hace apenas un año, el consumo privado está estancado, el sector inmobiliario en su conjunto débil, la industria agotada y como consecuencia de todo ello, la confianza anda por los suelos y la inversión y el empleo, a la baja. La tasa de paro sigue en el entorno del 14% y apenas va a reducirse ni este año, ni en 2020 ni siquiera en 2021. Además, el empleo es mayoritariamente público y los contratos indefinidos apuntan un claro retroceso.
Las soluciones que nos dan los partidos siguen dos patrones. La izquierda quiere la vía de aumentar los impuestos a las empresas, los autónomos y los "ricos" y la de hacer aún más grande el sector público y derogar la reforma laboral. El centro derecha, por el contrario, nos anuncia bajadas generalizadas de impuestos, menos regulación y más seguridad jurídica. Ahora, los españoles tenemos la palabra. ¿Entenderán el resultado o volverán a poner por encima del país sus intereses de partido e incluso personales? La solución a partir de mañana.

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