Opinión

Arranca el Pacto de Toledo

La Comisión del Pacto de Toledo arrancó ayer en el Congreso de los Diputados. El gobierno tiene un plan, que las tarifas planas y otras reducciones en las cotizaciones se conviertan en bonificaciones y por tanto se financien vía Presupuestos Generales del Estado. En total, unos 1.900 millones de euros que se liberan del delicado estado de las cuentas de la Seguridad Social. Para el ministerio, las cuentas del Estado pueden asumir perfectamente este gasto de apoyo al empleo. También la ministra Báñez se ha referido a la puesta en marcha de las medidas que harán posible compatibilizar ingresos del trabajo con el cobro total de la pensión y al refuerzo de la lucha contra el fraude. En definitiva, los responsables de Empleo creen que con estas medidas y el aumento del empleo previsto en la legislatura, es una irresponsabilidad decir que las pensiones no son viables. "Las pensiones públicas están garantizadas a medio y largo plazo y mejor que en otros países de nuestro entorno". De hecho, y según un informe de la CE, España es el país mejor preparado hasta 2060, cuando el gasto sobre PIB será del 11 por ciento frente a un 14 por ciento de Alemania, por ejemplo.
Está claro que el gobierno fía la recuperación de los ingresos de la Seguridad Social al aumento del empleo. A esos 20 millones de trabajadores que se espera haya a finales de la legislatura. Sin embargo, otros expertos consideran que únicamente con más trabajo no será suficiente mantener el actual nivel de las pensiones. Primero, porque las cotizaciones de los nuevos empleos son menores, por demografía y porque vivimos más años y cobramos más tiempo la pensión. Hay que conseguir que la economía siga creciendo a buen ritmo para que las empresas puedan contratar más gente y mejorar los salarios. Además, hay que desincentivar que los trabajadores se jubilen muy pronto y al tiempo incentivar que sigan trabajando, si quieren. Además, por supuesto, de fomentar la natalidad para aumentar la ratio de cotizantes por pensionista.
Vamos a ver si los políticos, con el gobierno a la cabeza, toman las medidas necesarias para que se cumpla el derecho a percibir la cuantía de la pensión prometida. En todo caso, no estaría de más que fuéramos pensando, como ya lo han hecho en otros países, en ir educando a nuestros jóvenes y empresas para garantizar un mínimo e ir creando al tiempo un fondo para la jubilación, complementario al sistema público. Ni hay que meter miedo con el sistema actual de pensiones ni cerrarse a una serie de medidas que lo modernicen y lo hagan más realista. Veremos si en este asunto estamos a la altura.

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