Un plan de choque de broma en el contexto sanitario, económico y social actual, es el qué se aprobó en el último consejo de ministros. Y comienzo derivando al presidente del gobierno y su ejecutivo la exclusiva responsabilidad de lo que suceda en las próximas semanas, sin paliativos y sin excusas de ninguna clase. Y recordándole a nuestros muchos ministros, que el 95% de los trabajadores, autónomos y empresarios no "teletrabajamos".
Bajo mi opinión no se están tomando las medidas necesarias y se actúa por detrás del problema, sin criterio definido y con una trasparencia informativa más que cuestionable. Es decir, no se va por delante del problema, ni tampoco se previene con agilidad. Vamos a peor.
Primero fue una "contención" a secas y restando importancia al tema, con un gobierno únicamente preocupado por desacreditarse los unos a los otros en un perfecto camarote de los hermanos Marx. Todo ello, con un ministro de Sanidad al cual el coronavirus le quedaba, y le sigue quedando, muy grande. Después un caos económico, que a corto y medio plazo va tener unas gravísimas consecuencias económicas, laborales y empresariales, con un Banco de España inexistente y unas ministras de economía y Hacienda, de las cuales no hemos vuelto saber nada de ellas. Y no me olvido de Bruselas. Como ya nos tiene acostumbrados la UE, su lentitud y falta de respuesta ya no sorprende a nadie,lo cual no quiere decir que no produzca mucha vergüenza ajena tanta inoperancia.
Y entre todo este caos apocalíptico, quiero resaltar la eficiente gestión de esta crisis, hasta el momento, por parte de la presidenta de la comunidad de Madrid, Sra. Ayuso. La única, y recalcó, la única presidenta autonómica, que está intentando estar a la altura de las circunstancias, tomando decisiones difíciles para reconducir el grave problema actual. Y por supuesto, la impecable actuación de todos las personas que forman nuestro sistema sanitario español. Los cuales, en silencio y con una enorme profesionalidad, están realizando su trabajo rigurosamente. Pero no puedo decir lo mismo de un presidente del gobierno, missing, durante semanas y de su ejecutivo. Este último, su ejecutivo, más preocupado de complicarle la vida, aún más, a las empresas y empresarios, través de su Ministra de Trabajo, que de poner soluciones al grave problema actual. Y aquí, en nuestra Galicia, pues como siempre, ni frío ni calor, no vaya ser que se pasen de frenada y pierdan las elecciones. Mi primera conclusión es que, cuando surgen problemáticas como la que vivimos, es cuando de verdad sabemos si nuestros políticos y responsables públicos están a la altura de las circunstancias. Y como pueden suponer ya, pues estamos constatando, con hechos, la tremenda ineficacia, ineficiencia e incompetencia de la mayoría de ellos. Sinceramente, ¿qué esperábamos de un ramillete de estómagos agradecidos, abrazafarolas y palmeros? Nos percatamos ahora de que a los inútiles, -a los cuales les damos con nuestro voto responsabilidades de gestión público-político-, lo dañinos y letales que pueden resultar para el conjunto de nuestra sociedad? No se puede hacer alcalde de una ciudad, o presidente de un ejecutivo al primero que pasa ...porque cuando de verdad pasa algo grave, como ahora, cuando hay que gestionar de verdad y no de boquilla, los que verdaderamente sufrimos y pagamos las consecuencias de su inutilidad e incompetencia, somos nosotros mismos, todos nosotros, sin excepciones. En fin, esperemos que esto acabe lo antes posible y que los daños humanos y económicos sean los mínimos. Aunque debo decir que soy bastante escéptico en esto último.
