Opinión

Volodymyr Zelensky, un mito europeo

Hace pocos años todavía no conocíamos su nombre, después supimos que en la televisión rusa empezaba a triunfar un payaso de origen ucraniano llamado Volodymyr Zelensky y cuando se convocaron elecciones en Ucrania, Zelensky, conocido en su faceta de payaso se presentó como candidato a presidente, al principio nadie daba un centavo por él, pero poco a poco su nombre se abrió camino y terminó ganando las elecciones con un amplio apoyo. Su objetivo como presidente fue crear una identidad ucraniana en el país con histórica dependencia de Rusia y que Rusia había considerado como elemento esencial de su identidad y su raíz original. Putin en uno de sus escritos identificó a Ucrania con Rusia, diciendo que se trataba de un mismo pueblo.

De esa confusión interesada, nacieron primero tensiones y amenazas. La escalada verbal creció hasta el punto de calificar a Zelensky de nazi, sabiendo que era judío, y a su gobierno de camarilla de nazis. Un burdo despropósito. Sobre este andamiaje remoto y débil, el 24 de febrero del año pasado, Putin lanzo a sus ejércitos sobre Ucrania, calificando los disparos de tanques y aviones como una operación especial. No se atrevió a mirar los hechos de frente, evitando llamarlos con el serio, brutal y descriptivo nombre de guerra. Desde el primer momento el presidente de Ucrania plantó cara a la invasión, galvanizando el patriotismo nacional con estimulantes alocuciones diarias que fueron conformando los sentimientos de lucha y resistencia, pero la gran habilidad de Zelenski fue trasladar a la sociedad occidental y en concreto a la europea su condición de víctima, recabando su solidaridad. Consiguió el apoyo unánime de la Unión Europea, de los Estados Unidos y del mundo Occidental.

Los líderes europeos peregrinaban a Kiev para verle y declararle su apoyo. El fin de semana pasado fue Zelensky, el que abandonó Kiev para reunirse con los dirigentes de los países más poderos de Europa.

En una turné densa y variada Zelenky visitó Alemania, Italia, el Vaticano, Francia y el Reino Unido. En Aquisgrán recibió el prestigioso premio Carlomagno por su contribución a la Unidad Europea. Zelensky, a pesar de que su país no forma todavía parte de la Unión, su personalidad esto actuando como fuerza aglutinante de la cohesión continental.

En poco tiempo Ucrania ha dado grandes pasos para integrarse en la Unión. El pasado mes de junio recibió el estatus de candidato, solo tres meses después de haberlo solicitado. Es cierto que la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen, manifestó hace dos meses que no hay atajos para ingresar en la Unión y que todos los países deben cumplir los requisitos que ordenan las normas. Sin embargo, en su visita a Kiev, en la conversación que tuvo con Zelensky, la presidenta le comunicó que en la evaluación oral habían constatado solidos avances en los siete pasos impuestos por Bruselas para iniciar las negociaciones de adhesión. Parece que el próximo mes de junio, conoceremos el acuerdo final.

Por ahora, Volodymyr Zelensky es la única persona que sin ser ciudadano europeo, obtiene el premio Carlomagno. Su personalidad es un mito que encarna los valores de Europa y por los grandes países de Europa ha peregrinado el pasado fin de semana con un objetivo muy concreto, pedir armas para defenderse de los rusos y obligados a retirarse fuera de sus fronteras. Necesita esas armas para lanzar con éxito la contraofensiva tan anunciada que obligue a la retirada de los rusos.

El único dirigente con quien se encontró y al que no pidió armas fue el papa Francisco. Ya se sabe que el Vaticano no las tienes, y según un aforismo básico de la filosofía escolástica “nadie da lo que no tiene”. Lo que le molestó a Zelensky de las declaraciones de Francisco los primeros días de la invasión es que no la hubiera condenado de una forma clara y rotunda, haciendo genéricos llamamientos a la paz. Antes del encuentro con Francisco, se conoció que el Vaticano estaba embarcado en una operación negociadora para lograr un acuerdo de paz. Mal momento. Zelensky le dijo que no necesitaba intermediarios para lograr la paz y le pidió al papa que condenara a Rusia por sus crímenes en Ucrania, ya que no puede tratarse con igualdad a la víctima y al verdugo. “Nosotros – declaró el presidente en la RAI - no tenemos necesidad de intermediación con un agresor, lo que necesitamos es una paz justa”. Zelenky ahora solo quiere expulsar a los rusos antes de sentarse en la mesa de negociaciones y para eso lo único que pide es armas, muchas ramas. Lo más eficaces y modernas posibles.

Uno de los encuentros más significativos fue el que mantuvo con el canciller Olaf Scholz en Berlín y con el presidente Frank-Wlter Steinmeier.

En una conferencia de prensa en la cancillería, Zelensky dijo: “Gracias a ti, querido Olaf y a todo el pueblo alemán por cada vida ucraniana salvada”. Alemania con 17 mil millones donados a Ucrania es el segundo país después de los Estados Unidos en donaciones desde que comenzó la guerra. Durante la visita, el Canciller Scholz, anunció la entrega de armas por valor de 2.700 mil millones de euro. En cambio evitó pronunciarse sobre la entrega de aviones de combate solicitados por Kiev, prefirió referirse a la entrega de tanques y a otros material de guerra prometido con anterioridad.

El encuentro con Macron en el palacio del Eliseo fue muy cálido y se tratan claramente como amigos. A pesar de todo a la solicitud de aviones de combate, la gran obsesión de Zelensky, Macron respondió que era un planteamiento demasiado prematuro, que había que ir madurándolo, ya que la formación de pilotos requiere al menos unos tres meses. En los últimos meses Paris ha suministrado a Ucrania carros ligeros AMX-10 y vehículos blindados (VAB), así como dos baterías de misiles Crotale, aparte de importantes contingentes de munición.

El encuentro con el primer ministro Inglé, Rishi Sunak lo consideró Zelenky absolutamente positivo. Le recibió en su residencia oficial de campon en Chequwers. Allí le ofreció el envío de cientos de misiles de defensa antiaérea y cientos de drones ofensivos de largo alcance. También anunció la próxima entrega a Ucrania de misiles de precisión Storm Shadow, de largo alcance.

En general, las respuestas de los mandatarios con los que se ha reunido son muy positivas, incluso la entrega de aviones de combate puede ser un hecho, a medida que el país los necesite para su defensa y la recuperación de sus tierras.

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