Pescadores del Miño pierden la última semana de la angula

Los últimos temporales que azotaron Galicia afectaron de forma directa a las cerca de 150 familias que viven de la pesca en el río Miño en ambas orillas. La situación ha sido denunciada desde la Asociación de Pescadores, que asegura que pese a que en la zona “las lluvias no fueron muy abundantes, el caudal del río era muy alto, ya que abrieron compuestas en Frieira, lo que impidió que pudiésemos salir a pescar angula durante ese tiempo”, que coincidía con el fin de la temporada.

Por este motivo, desde este colectivo han solicitado a la Comandancia del Miño que habiliten nuevos días de pesca de esta especie, tal y como ya se hizo en Asturias y en algunos puntos de Francia “para compensar esa falta de ingresos”.

Por otra parte, piden poder tener derecho a ejercer los 30 días de pesca que la ley les permite, acordados por el Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea. Según la Asociación de Pescadores del Río Miño “en País Vasco, Asturias o Francia los pescadores de angula pueden anular y cambiar los distintos días de pesca en función de inclemencias meteorológicas avisando 24 horas, no entendemos que los pescadores del río Miño sean europeos de segunda, tenemos que tener los mismos derechos todos. No se le puede pedir a los pescadores gallegos que ejerzan su trabajo con alertas naranjas y los otros europeos puedan mudar los días de pesca para trabajar con seguridad”.

Suelta de agua

Otra cuestión a señalar por parte de los pescadores es la actitud de las concesionarias de las centrales eléctricas y sus sueltas de agua indiscriminadas “los pescadores tenemos que soportar como las autoridades ponen cada vez más trabas para ejercer una tradición centenaria como la pesca y luego resulta que las autoridades permiten a una multinacional energética hacer y deshacer a su antojo, soltar el agua y modificar el caudal del río cuando ellos quieran”. La Asociación de Pescadores del río Miño quiere hacer público también su preocupación ante el anuncio de desarrollar un proyecto con una inversión de 500 millones de euros para construir un nuevo embalse en el Miño, con una potencia de 485 MW, algo que según aseguran desde este colectivo “pondrá más impedimentos y barreras a los peces del Miño y provocará más erosión debido a las sueltas de aguas indiscriminadas”.