La UE congela la oficialidad para catalán, vasco y gallego

La petición del Gobierno español de Sánchez para reconocer el catalán, euskera y gallego como lenguas oficiales de la Unión Europea ha quedado aparcada en el orden del día de los ministros de los Veintisiete una vez que España ha perdido el control de la agenda de trabajo que cada semestre asume la presidencia rotatoria y que, desde el 1 de enero, pasó a manos de Bélgica.

El Gobierno catalán y el Gobierno español dijeron que, aunque Bélgica sustituía a España al frente de la presidencia rotatoria de la Unión Europea, nada cambiaría en referencia a la oficialidad del catalán y que tenían la disposición y voluntad de mantener viva la propuesta. Sin embargo, en la primera reunión del Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea, que se celebrará el 29 de enero, ya no se ha incluido la cuestión en el orden del día, y se mantendrán las discusiones en el ámbito técnico.

Durante el semestre español, la oficialidad de las lenguas cooficiales -uno de los compromisos del PSOE con Junts de cara a la nueva legislatura- fue abordada en las reuniones de ministros europeos de Asuntos Generales hasta en cuatro ocasiones, a pesar de las reservas por distintas razones de un gran número de países para modificar un reglamento, el de las lenguas oficiales, para el que cualquier cambio requiere de la unanimidad de los 27.

Impacto legal

Ya en diciembre, varias delegaciones lamentaron que el asunto siguiera en el orden del día a pesar de la falta de avances y de no contar con la información precisa sobre el impacto legal, práctico y financiero necesario, a su juicio, para abordar una reflexión de fondo. Fuentes oficiales de distintos Estados miembro recalcan que “no se tienen los datos necesarios para tomar una decisión” y confían en que la cita de diciembre fuera la “última en una temporada” en la que se abordara este asunto.

En ese contexto, Bélgica, que el 1 de enero tomó el relevo de España como presidencia de turno del Consejo de la UE, dejó claro en diciembre su disposición a dar los “pasos adecuados” durante su semestre y prestar “especial atención a los distintos análisis requeridos” que, a día de hoy, siguen pendientes y sin un calendario claro para su desarrollo.

A ojos del equipo belga, una reunión de ministros no debe ser visto como “un grupo de trabajo” por lo que no prevén que la petición española vuelva al debate de alto nivel hasta que no se den pasos significativos a nivel técnico primero.

Esta dinámica se confirmó este viernes al publicarse la agenda formal del próximo Consejo de ministros de Asuntos Generales de la UE y que no incluye en su orden del día ninguna referencia a la petición española de reconocer el catalán, euskera y gallego como lenguas oficiales de la Unión Europea.

Con todo, fuentes de la presidencia afirman que no “aparcan nada” sino que consideran que el asunto “necesita avanzar primero al nivel adecuado”, esto es en reuniones técnicas. Y advierten de que debe ser España quien “empuje” el expediente, y que el Consejo está “a la espera” de recibir propuestas.