Toyota Yaris GR, amor a primera vista

movilidad

La firma japonesa deja de lado los exitosos modelos híbridos en este modelo, que cuenta con 260 caballos y un diseño dirigido a los amantes de los deportivos más clásicos

andrés h.-cachalvite

Publicado: 22 feb 2021 - 00:43 Actualizado: 22 feb 2021 - 00:44

El nuevo Toyota Yaris GR, con la ciudad de Ourense de fondo en el mirador del seminario.
El nuevo Toyota Yaris GR, con la ciudad de Ourense de fondo en el mirador del seminario.

Toyota ha vuelto a los orígenes deportivos con el Yaris GR. El proyecto personal de Akio Toyoda, presidente de la firma japonesa es un regalo para loa amantes de los coches deportivos puros, sin artificios ni tecnología adicional.

No hay fuegos de artificio en el nuevo matagigantes del mercado europeo. Con 260 caballos, tracción a las cuatro ruedas y una caja de cambios de seis velocidades manual, el Yaris ofrecerá a su comprador la sensación de estar sentado en un coche de rally desde que pulsa el botón de encendido situado tras el volante.

En el interior, los asientos deportivos ofrecen una fijación buena, lo que se espera en un coche de alto rendimiento. El cockpit, cuenta con una pequeña pantalla multifunción central, pero tanto el cuentavueltas como el indicador de velocidad son de aguja, en un guiño a los antiguos vehículos deportivos. Otro detalle poco habitual en los nuevos deportivos es la presencia del freno de mano y de un regulador de modos de conducción, normal, sport y track. Esta función cambia la distribución de los diferenciales para adaptar la conducción. Tiene cámara trasera y una pantalla de infoentretenimiento, control de carril y otros elementos de seguridad, pero no sensores de aparcamiento.

Los pedales tienen acabados en aluminio y el tejido alcántara envuelve todos los detalles salvo el volante, que es de cuero, al igual que parte de los asientos.

El espacio de los asientos traseros, como era de esperar no es demasiado amplio y deja entrever que a pesar de ser un cuatro plazas, es más un biplaza clásico.

El maletero, al igual que el de cualquier compacto no es demasiado grande y la rueda de repuesto ha dejado sitio para la batería del coche, que pasa a la parte trasera para mejorar el ya de por sí buen reparto de pesos de este modelo.

al volante, sobresaliente

Las expectativas con el Yaris GR eran altas. La potencia y el concepto clásico llaman la atención y lo cierto es que no decepciona cuando se rueda por carreteras secundarias, que es lo que pide este modelo.

El motor, un 1.6 turboalimentado, rinde con alegría desde las 3000 vueltas y su sonido llega al habitáculo de forma discreta, como debe ser. Además, cuando el régimen es bajo, es muy silencioso, por lo que se puede circular por ciudad con un consumo relativamente contenido y sin llamar excesivamente la atención, salvo por la espectacular presencia musculada exterior, que es potente sin caer en la ostentación.

El sistema de suspensión es muy bueno, quizá un poco rígido si se busca una conducción cómoda y sin notar lo irregular del terreno, aunque si se quiere eso lo cierto es que no es el coche ideal. El Yaris GR está hecho para disfrutar de un coche deportivo y su aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 5,5 segundos así lo hace indicar.

La dirección no es excesivamente asistida y los enormes frenos de 356 milímetros son realmente efectivos y de tacto duro, lo que le da un toque todavía más racing al conjunto.

El precio del Yaris Gr es 34.950 para la versión de esta prueba, la normal. La opción con el pack circuit, con llantas forjadas, pinzas de freno rojas, diferenciales torsen, neumáticos Michelin (este lleva Dunlop) y suspensión GR, tiene un valor de 39.950 euros.

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