Opinión

Zona Franca acierta

La esencia misma de Vigo es su doble condición de ciudad portuaria e industrial, lo que exige esfuerzos y renuncias a cambio de mantener el paso como la primera urbe gallega y ganar así servicios para su población y el área metropolitana. Que sea portuaria obliga a mantener la atención sobre las terminales, ampliarlas, modificarlas o ponerlas al día para que sean competitivas. Que sea industrial implica disponer de suelo adecuado. Vigo tiene el privilegio de contar con unas de las zonas francas de España, restringido club al que acaban de unirse Sevilla y Santander, ciudades donde el Estado cuenta con agencias de desarrollo capaces de realizar fuertes inversiones con financiación pública que en otro caso habría ido a la caja común. Con toda seguridad, si en lugar de haber en Vigo estuviera en Coruña se vería de otra forma desde la Muy leal, como lo que es, una ventaja. En Coruña acaba de ponerse en marcha un proceso desde su confederación empresarial reclamando la apertura de una zona franca apelando a su condición de primera provincia exportadora de Galicia, tras haber adelantado a Vigo, que durante años mantuvo el primer puesto. Tampoco lo olvidemos.
Los nuevos responsables de Zona Franca han tomado la decisión de mantener el plan de su antecesora, Teresa Pedrosa, y desarrollar el Parque Comercial en Valladares, de 250.000 metros, en exclusiva para firmas que quieran instalarse en Vigo, como Ikea, y que necesitan parcelas amplias y buenas comunicaciones. De todo ello habrá en el Parque Comercial, separado del Parque Tecnológico y no como una ampliación, que era la idea original ya descartada por Pedrosa y también ahora por David Regades, su sucesor. Garantizará cientos o miles de empleos y será un imán para el entorno.
Claro que el problema vuelve a ser la falta de suelo industrial. Dos empresas que habrían ampliado instalaciones en Vigo, Benteler, de automoción, y Atunlo, de procesado de pescado, se fueron a Mos y Viana de Cerveira al no haber un terreno disponible en la ciudad y ofrecer buenas condiciones.
Las luces navideñas funcionan y está bien que así sea (hoy mismo lo señala el Cluster del Turismo de Galicia). Pero siendo una acertada propuesta comercial y turística, está limitada temporalmente. A Coruña intentó en el pasado ser Venecia o París, y fracasó. Vigo será portuaria e industrial o no será, está en su esencia. No lo olvidemos.
 

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