Una vez consumada la salida del Reino Unido de la UE, hemos escuchado un breve comentario sobre el nuevo Tratado que el Gobierno está preparando para "negociar" con los ingleses. Sin embargo, nadie explica claramente al país cuáles son los términos y las condiciones que se presentarán. También es cierto que a nadie parece preocuparle lo más mínimo dicha materia, por cuanto en el corral propio hay asuntos candentes que los partidos aprovechan a sus gusto para "hacer política", dejando al margen a la Justicia que a veces se pone terca y complica bastante las situaciones que politicastros de toda clase desean administrar a su exclusiva conveniencia.
Volviendo a Gibraltar convendría señalar que es una piedra en el sistema defensivo español que sigue el eje Baleares-Estrecho-Canarias, que es de donde pueden venir ataques a nuestro país, toda vez que no son esperables de parte europea a la que pertenecemos. Reino Unido perdió la batalla legal en la ONU durante los años sesenta, cuando dicha Organización emitió su dictamen para que los ingleses procedieran a la descolonización de la Roca.
Para remate, cabe señalar la frase de un diplomático inglés sobre la descolonización: "Tenemos la suerte de que los españoles cambian de idea sobre Gibraltar cada vez que cambian de Gobierno". Tenía toda la razón, porque del bloqueo se pasó al consentimiento que permitió convertir a dicho territorio en un auténtico emporio de negocios dudosísimos -por decirlo suave- que en modo alguno desean perder. Y, con la complicidad de la clase política local; así seguimos, sin enterarnos.
Volviendo a Gibraltar convendría señalar que es una piedra en el sistema defensivo español que sigue el eje Baleares-Estrecho-Canarias, que es de donde pueden venir ataques a nuestro país, toda vez que no son esperables de parte europea a la que pertenecemos. Reino Unido perdió la batalla legal en la ONU durante los años sesenta, cuando dicha Organización emitió su dictamen para que los ingleses procedieran a la descolonización de la Roca.
Para remate, cabe señalar la frase de un diplomático inglés sobre la descolonización: "Tenemos la suerte de que los españoles cambian de idea sobre Gibraltar cada vez que cambian de Gobierno". Tenía toda la razón, porque del bloqueo se pasó al consentimiento que permitió convertir a dicho territorio en un auténtico emporio de negocios dudosísimos -por decirlo suave- que en modo alguno desean perder. Y, con la complicidad de la clase política local; así seguimos, sin enterarnos.
