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Violencia sobre la Mujer trabajó con normalidad tras los incidentes

n n nEl trabajo realizado durante el fin de semana por los técnicos de Amtega (Agencia para la Modernización Tecnológica de Galicia)  para evaluar los daños informáticos en el juzgado de Violencia de Género así como la recopilación de expedientes hizo posible que ayer dicho juzgado trabajara con total normalidad.
Fuentes judiciales señalaron que  se pudo realizar la labor diaria aunque quedaría pendiente la recolocación y revisión de los expedientes que quedaron tirados por el suelo, algo que no entorpeció las declaraciones de ayer, con cuatro detenidos del fin de semana, y los juicios rápidos previstos.
Por su parte, desde la Consellería de Xustiza se aseguró que todavía se está a la espera de ultimar el informe sobre qué pudo ocurrir en la madrugada del sábado para no detectar la presencia de una persona en el interior de los juzgados.
Las mismas fuentes insistieron en que una vez se remate dicho informe, en caso de haber detectado fallos, se tomarán medidas correctoras con el objeto de que una situación similar no vuelva a ocurrir.
La vigilancia nocturna de los juzgados se centraliza en la unidad central en el TSXG en A Coruña, mediante un sistema de alarma controlado por agentes de la Unidad de Vigilancia de Edificios Judiciales de la Xunta (UVEX) que se activa después de las 21,00 horas, cuando cierra el último agente presencial en los edificios de la calle Lalín.
Fuentes consultadas explicaron que si se detecta algún intruso  suena la alarma y desde A Coruña se da aviso de inmediata a la central del 091 en Vigo para acudir a la zona. En este caso, aún no está claro si la alarma se activó o hubo algún fallo posterior en la cadena. La Comisaría  no quiere confirmar si recibió esa llamada,  amparándose en la Ley de Protección de Datos.El caso es que la Policía sí arrestó al intruso pero lo hizo después de que él llamara desde una cafetería de Florida tras haber salido del juzgado donde estuvo casi veinte minutos. Accedió arrojando un adoquín al cristal de entrada y después subió a la planta del juzgado de Violencia, cuya puerta abrió a golpes, tirando después mobiliario, ordenadores y expedientes.n 

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