La marcha vivió su undécima edición en una mañana nublada que alivió el calor
Baiona se echó ayer a rodar. Eso sí, cuesta arriba. El cielo encapotado favoreció el esfuerzo de los 230 esforzados ciclistas que aprovecharon la mañana para tomar parte en la XI Subida Cicloturista á Groba, cita ya habitual en los veranos baioneses y que juntó a deportistas desde la categoría júnior a la de veteranos.
El recorrido, de 11 kilómetros de longitud, un desnivel de 620 metros y un porcentaje del 5,6%, acabó coronando como ganadores a David Vieites –del Ciclismo Oiense y un tiempo de 30:12– y María Cazorla –del Ciclismo Gondomar, con un tiempo de 39:45–. La cita, que aspira a convertirse en referente, también premia a los dos baioneses más veloces en la subida hasta la línea de meta de Poza Negra, siendo los premiados Ángel Armesto (30:40) y la ya mentada María Cazorla.
El recorrido, de 11 kilómetros de longitud, un desnivel de 620 metros y un porcentaje del 5,6%, acabó coronando como ganadores a David Vieites –del Ciclismo Oiense y un tiempo de 30:12– y María Cazorla –del Ciclismo Gondomar, con un tiempo de 39:45–. La cita, que aspira a convertirse en referente, también premia a los dos baioneses más veloces en la subida hasta la línea de meta de Poza Negra, siendo los premiados Ángel Armesto (30:40) y la ya mentada María Cazorla.
