copa de la reina

Una Copa indigesta

El Porriño perdió en su pabellón de un gol ante el Zuazo en las semifinales de 2016, año en el que el Guardés cayó por un 13-19 ante el Bera Bera
photo_camera El Porriño perdió en su pabellón de un gol ante el Zuazo en las semifinales de 2016, año en el que el Guardés cayó por un 13-19 ante el Bera Bera

Porriño y Guardés acumulan años en el torneo copero sin poder alcanzar la final

Años en el torneo copero con más disgustos que alegrías. En gran medida, lo habitual en una competición donde participan ocho equipos y únicamente gana uno de ellos, pero en el caso de Porriño y Mecalia Guardés, la situación es un poco más dramática porque desde su ascenso a División de Honor ninguno de ellos ha logrado alcanzar la final. 
Es preciso matizar que la presencia en la fase final de la Copa de la Reina cambió desde las primeras apariciones de ambos equipos, en las que estar ya era un mérito, a las últimas dos disputadas en O Porriño, en las que ambas entidades aspiraban a llegar al partido decisivo y vivieron su particular día negro en este torneo. 
El del conjunto dirigido por Abel Estévez puede considerarse que llegó hace dos campañas. Con un equipo de nivel, entre los seis mejores de División de Honor, afrontó el torneo copero como anfitrión y tras prepararlo con mimo. Superó al Rocasa en el primer enfrentamiento (24-29) y se midió al Zuazo en semifinales. El conjunto vasco era del nivel del de A Louriña aquella campaña y el partido finalizó en un duro 22-21 tras desperdiciar el conjunto local un balón de Soraia Lopes desde el extremo para forzar la prórroga. Las lágrimas invadieron un pabellón absolutamente lleno. "Siempre se dice que es el torneo de las sorpresas, pero últimamente la han ganado siempre Rocasa y Bera Bera. El Zuazo sorprendió ese año, llegó a la final tras ganarnos".
El año pasado la derrota de las pupilas de Abel Estévez también fue dura y llegó antes, en cuartos de final ante el Alcobendas en la prórroga. "Llevamos la iniciativa durante muchos minutos, no resolvimos y ellas decidieron en la prórroga. A pesar de que era un equipo complicado, terminó descendiendo". Ante su público, fue una decepción, pero el conjunto no llegó a la cita tan fino como en la edición anterior del torneo. 
Por su parte, el momento negro del Guardés también sucedió en la primera edición de las disputadas en el Municipal de O Porriño. Ganó el primer partido ante el Sporting La Rioja (15-28). Aspiraba a estar en la final, pero firmó un segundo partido para olvidar con un 13-19 ante el Bera Bera. Un resultado doloroso y que, probablemente, fue la sentencia de Manu Etayo como entrenador del Guardés. El equipo, ya tercero en liga, aspiraba a luchar por el título y sufrió un varapalo porque estuvo lejos de su rival. 
La pasada campaña el resultado también dolió, pero por tenerlo cerca. La semifinal volvió a ser contra el equipo vasco y, de nuevo en un partido igualado, perdió por 19-20. No obstante, esa derrota sirvió para rearmar al equipo en la competición liguera, que finalizó con el primer campeonato de su historia. 
La edición ante su público en 2016 fue la única semifinal porriñesa. No obstante, el Guardés pasó cuartos en hasta cuatro ocasiones y en todas ellas perdió contra el mismo equipo, el Bera Bera. Sólo estuvo cerca de la victoria en 2017. El viernes, en Málaga, comenzará una nuevo capítulo en el que los equipos de Porriño y A Guarda buscarán su primera final.n

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