Opinión

Un grito de angustia

Las asociaciones agrarias continúan en pie de guerra. Dicen que ya no aguantan más, que necesitan soluciones reales para hacer frente a los problemas que les acucian.

Me parece a mi que prestamos poca atención al "campo", me refiero a la agricultura y a los agricultores. Y sin embargo cuanto sucede o pueda suceder en el "campo" nos afecta a todos porque se trata nada menos que de los alimentos, que son la "gasolina" del cuerpo.

La verdad es que me han sorprendido las descalificaciones que desde sectores afines al Gobierno se han venido haciendo sobre las protestas de los agricultores. Por eso me parece un acierto que el ministro Planas, al menos haya convocado a las asociaciones agrarias para buscar soluciones a través del dialogo y aunque no ha habido acuerdo por lo menos se ha iniciado ese acercamiento.

Nada que ver la actitud del ministro de Agricultura con la del Secretario General de UGT, Pepe Álvarez, que días atrás despachó a los agricultores calificándoles de "derecha terrateniente y carca". Y se ha quedado tan contento.

Yo no sé si el señor Álvarez tiene un conocimiento real de lo que sucede en "el campo", pero si al menos escuchara a quienes "viven en el campo" y a quienes "viven" o mejor dicho "malviven del campo" a lo mejor no les habría descalificado con tanto desprecio y arrogancia.
Supongo que a ustedes también les ha llamado la atención los datos publicados estos días, datos oficiales sobre el índice de Precios en Origen y en Destino, el famoso IPOD.

Resulta que a un agricultor le pagan 0,82 céntimos por kilo de cebollas, pero cuando los ciudadanos vamos al mercado pagamos 5,35 por ese mismo kilo. Y si por un kilo de berenjenas le dan al agricultor 0,45 céntimos nosotros pagaremos a 1,85 ese mismo kilo.
Un agricultor recibe por un kilo de patatas 0,15 céntimos, y esas patatas serán vendidas en los mercados por 1,25 euros.
Los tomates para la ensalada al agricultor le darán 0,55 céntimos por kilo, pero usted y yo lo pagaremos a 1,98 euros.
Las acelgas, por un kilo de modestas y socorridas acelgas, el agricultor cobrara 0,35 céntimos y nosotros pagaremos 2,25 euros.
¿Y la ternera? Pues al ganadero le pagaran 3,92 euros por kilo y nosotros lo pagaremos a 15,70 euros. El cordero se paga en origen 3,37 euros, y en el mercado 11,48 euros....

Ya me dirán si no tienen razón los agricultores para protestar, para señalar que son los intermediarios, los distribuidores, los que se llevan la mejor parte.

Pero hay más, por ejemplo que muchos agricultores después de deslomarse trabajando, no llegan al salario mínimo, o que dentro de diez años seis de cada diez agricultores estarán en edad de jubilación y naturalmente los jóvenes van abandonando la agricultura porque se trabaja mucho y se gana poco.

También les preocupa la subida del Salario Mínimo Interprofesional y la Política Agraria de la Unión Europea, etc, etc.

En mi opinión descalificar las protestas de los agricultores llamándoles "carcas" no solo demuestra el sectarismo del señor Álvarez sino una falta absoluta de sensibilidad respecto a los problemas de los trabajadores del campo.

Empieza a ser insoportable que desde el Gobierno y aledaños descalifiquen a todos aquellos que se atreven a decir que discrepan de algunas de sus medidas.

Ojalá el ministro Planas, que él sí que sabe del "campo", sea capaz de no solo escuchar las demandas y preocupaciones de los agricultores sino de buscar soluciones. Pues eso.

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