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El turismo de Vigo “salva el verano” y avisa que llega un otoño negro

El verano se despide oficialmente la próxima semana, pero la llegada de las lluvias preludia el otoño. La actividad, ya al mínimo.
photo_camera El verano se despide oficialmente la próxima semana, pero la llegada de las lluvias preludia el otoño. La actividad, ya al mínimo.
Los hoteleros alcanzaron una media del 50% de ocupación pero advierten sobre una caída absoluta de viajeros por la ausencia de turistas y de eventos.

 Las asociaciones de hosteleros vigueses coinciden: el verano ha sido en general aceptable, “para salvar la temporada por los pelos”, con los hoteles al 50 por ciento entre julio y agosto, pero la previsión para el otoño es deprimente: de entrada, en septiembre la ocupación ya es la mitad del mismo mes del año pasado, del 60 al 30 de media, y las perspectivas son negras con la supresión de todos los eventos de octubre y noviembre, en especial Conxemar, que este año no se celebrará. Además, el sector de la hostelería ha notado especialmente las nuevas medidas implantadas en cuestión de horarios, que ha liquidado el ocio nocturno y afecta a los restaurantes. 

Desde la Asociación de hoteleros de Vigo (Ahosvi), su presidente, Jaime Pereira, reconocía que septiembre está resultando más flojo de lo previsto. "Los inicios del otoño son muy poco halagüeños, estamos en un 30 por ciento de ocupación, cuando el año pasado estábamos por cerca del 60 por ciento", explicó. El problema para los hoteleros se encuentra en que las reservas son muy de última hora, y eso condiciona a las empresas a la hora de hacer previsiones: "Hoy puede estar con 5 habitaciones y la próxima semana puedes tener 30 o 40, siempre muy de última hora, y eso no sólo para el turismo, también para los alojamientos de empresa, que procuran hacerlo con el mínimo de tiempo posible por si hay anulaciones, es un sinvivir", reconocía Pereira.

Con todo, el presidente de Ahosvi admitió que el verano fue mejor de lo esperado. "Salvamos los muebles, pero las ocupaciones fueron más bajas que en 2019 con precios y rentabilidad mucho menores, lógicamente han sido inferiores a otros ejercicios, así que estamos en baja facturación y escasos márgenes, pero sí, en líneas generales salvamos los muebles, aunque  otoño se espera negro, sin turismo ni ferias", advierte. Admite que para Navidades esperan alguna mejora, con las luces, y en este sentido anota que ya hay peticiones para algunos días,"y si los rebrotes se calman , aunque no va a ser la marabunta del año pasado, tampoco será el diciembre desastroso antes de las luces", anota. En estos momentos, varios hoteles mantienen en ERTE a parte del personal, y avisa que la ocupación no da para activar a toda la plantilla, y también que no hubo casos con hoteles con contagios "y ni ninguno tuvo que cerrar y mandar la gente para casa".

Por su parte, el presidente de la Federación Provincial de Hostelería (Feprohos), el vigués Cesar Sánchez Ballesteros, coincidió en que el verano se salvó por los pelos, con ocupación en torno al 50 por ciento, y también anota que la hostelería se encuentra mucho peor. "El verano ha sido malo, pero lo salvamos en parte, pensábamos que iba a ser peor", señala. En cuanto a septiembre, señala que hay mucha incertidumbre, "y eso se nota en que hay pocas reservas, sólo da para tres o cuatro días la 'bola de cristal', son a corto plazo, y así se pone muy oscuro el otoño". Reconoce Ballesteros que esperan "con preocupación e incertidumbre" si el Gobierno prolonga los ERTE. "Tiene que haber alguna solución sin ERTE no sobrevivimos". Destaca que en septiembre el visitante de empresa todavía no se ha activado. "A ver si hay una cierta normalidad en lo que queda de año, es clave para poder seguir adelante con el negocio". 

En cuanto a la hostelería, asegura el presidente de Feprohos que los fines de semana cada vez más gente se organiza con cenas en casa, "sin tener que mirar el reloj", lo que achaca al cierre nocturno. "Se está notando mucho en la noche, que está desierta, parece como el confinamiento. Los restaurantes los están sufriendo mucho", concluye Sánchez Ballesteros. 

La hostelería pide ayuda a la Xunta ante la crisis

Representantes de las asociaciones de ocio  de la provincia nocturno  abordaron conel vicepresidente de  la Xunta y el conselleiro de Sanidade, Alfonso Rueda y Julio Comesaña, la problemática del cierre de los bares a la 1. Los representantes de la hostelería pidieron la puesta en marcha de un plan de rescate que recoja medidas que amortigüen la crisis en el sector: Entre ellas, apoyo a la estructura empresarial sectorial con recursos a fondo perdido, a cargo de los presupuestos de las consellerías de Cultura y Turismo y de Economía, Empleo e Industria. La finalidad es la de financiar a fondo perdido los gastos fijos de arrendamientos y gastos de Seguridad Social que afrontan las empresas. Por otra parte, reclamaron financiación y liquidez para afrontar los vencimientos a corto plazo y ampliación de tres años en los periodos de carencia. Se solicita además la implicación de la Xunta, con el aval del 80% de las operaciones, correspondiendo el restante 20% a las Sociedades de Garantía Recíproca. Por último, pìden bonificaciones fiscales en los impuestos municipales, con la implicación y la condonación del Impuesto de Actividades Económicas y el impuesto del IBI.

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