ESPAÑA

El TS rechaza flexibilizar el régimen penitenciario del exsocio de Urdangarin

El Tribunal Supremo ha rechazado flexibilizar el régimen penitenciario de Diego Torres, que cumple cinco años y ocho meses de cárcel en Brians-2 (Barcelona) por el caso Nóos, porque llevaba poco tiempo en prisión en segundo grado cuando lo pidió y no había datos suficientes para reclasificarlo.

El exsocio de Iñaki Urdangarin, condenado por el desvío de fondos de Nóos, fue clasificado en segundo grado en agosto de 2018, poco después de entrar en prisión, por la Dirección General de Servicios Penitenciarios de Cataluña y, tras recurrir al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria y a la Audiencia de Palma de Mallorca, tribunal que le juzgó, ha llegado al Supremo, que ha desestimado su recurso.

Torres alegaba que en su caso concurrían las variables para su clasificación en tercer grado o semilibertad y pedía también la aplicación del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, más flexible, que permite al preso salir a trabajar a diario al exterior sin estar clasificado en el tercer grado.

Sin embargo, el Supremo ratifica la resolución que dictó la Audiencia de Palma en diciembre de 2018, que destacó que la ausencia de datos sobre Torres debido al escaso tiempo que llevaba en prisión aconsejaba su clasificación en segundo grado e impedían la configuración de un régimen mixto.

Además, recuerda el Supremo, el auto impugnado también mencionaba la "inexistencia de una propuesta del equipo técnico" de cara a la aplicación del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, un informe que, "de otro lado, no parece posible en este momento, teniendo en cuenta el escaso tiempo de estancia en el centro penitenciario".

Con todo, no cree el Supremo que haya contradicción entre el auto que afecta a Torres y otras resoluciones anteriores, como decía el empresario, que pidió al alto tribunal unificar doctrina en materia penitenciaria.

Diego Torres, condenado por malversación, prevaricación y fraude a la administración, ingresó en prisión en junio de 2018 después de que el Tribunal Supremo rebajara en dos años y diez meses la condena que le había impuesto en un primer momento la Audiencia de Palma.

El pasado mes de octubre el Departamento de Justicia de la Generalitat volvió a denegarle la flexibilización del régimen penitenciario que solicitó para poder salir diariamente de la prisión a trabajar o ejercer de voluntario.

Había pedido de nuevo que se le aplicara el artículo 100.2 y reclamaba el mismo trato que se había dado al exdirigente de CDC Oriol Pujol.

A diferencia de Torres, su socio al frente del Instituto Nóos Iñaki Urdangarin disfruta desde el mes pasado de un permiso que le permite salir ocho horas al día dos días a la semana para hacer labores de voluntariado en una ONG, en aplicación del artículo 117 del reglamento penitenciario.

El esposo de la infanta Cristina lleva desde junio de 2018 en la prisión de Brieva, situada a diez kilómetros de Ávila, para cumplir su condena de cinco años y diez meses de cárcel. 

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