triatlón

Troncoso retoma la bicicleta y pone añadidos

Ramón Troncoso, en un momento del Desafío Islas Cíes disputado el pasado 22 de septiembre.
photo_camera Ramón Troncoso, en un momento del Desafío Islas Cíes disputado el pasado 22 de septiembre.
El exciclista profesional se reconvierte 
en triatleta tras años apartado del deporte 
Ramón Troncoso ya es un habitual de las posiciones cabeceras de las pruebas populares de Vigo y el área metropolitana en ciclismo, pero también en natación y en atletismo. Un nombre que, para muchos, se incorporó en los últimos meses a este tipo de pruebas, pero que tiene una trayectoria deportiva notable porque formó parte del desaparecido Xacobo Galicia de ciclismo. "Lo dejé en 2008. Fue mi último año y luego aparté la actividad deportiva durante unos ocho años. Estuve como director de ciclismo en varios equipos, entre ellos el Rías Baixas. Hace unos tres años, la vida me cambió, ahora tengo más tiempo y siempre me gustó el triatlón y opté por pasarme a él. Como son tres deportes, también compito en ellos, en atletismo, en ciclismo y hago alguna travesía", explica el deportista vigués que reside en Canido. Con la sabiduría que da el tiempo admite que "la verdad es que en ciclismo todavía me quedaban cosas por dar. Lo dejé con 28 años y cada temporada que pasaba subía un escalón. Para mi fue un palo. No era un gran corredor, de los que destacan, pero grandes hay cuatro. Era de los normales, pero cuando estaba en forma tuve algún resultado y ayudaba al equipo. Dejarlo con esa edad, antes de lo esperado, y mejorando cada temporada, me sentó un poco mal. Fue duro. Hay que ver hacia adelante y cambiar la mentalidad, que la vida no sólo es el deporte profesional".
De hecho, siguió en el mundo de las bicicletas, pero desde cerca, como director deportivo. Cuatro años en Lugo y otros tantos en el Rías Baixas. No obstante, precisa que "a nivel económico es difícil y en el futuro no me veía como director de un equipo aficionado toda la vida. Antes de ser profesional había terminado la carrera de magisterio y lo único que me quedaba era preparar oposiciones y así lo hice. Me lo jugué y al segundo año ya las había sacado. Ahora estoy en una segunda juventud, disfrutando de lo que me gusta y sin presión porque no es un trabajo, es un hobbie. Si un día me apetece hacer 200 kilómetros, los hago y, al siguiente, si quiero ir de cena, voy y punto. Al hacerlo así, con gusto, hasta parece que salen mejor", resume Troncoso. 
El pasado mes de septiembre finalizó quinto en el Desafío Islas Cíes y se adjudicó este año el ránking gallego de triatlón de las pruebas sin drafting, las que no se puede ir a rueda. También lidera la clasificación del Depodesafío, que llega el domingo a su final con un triatlón en Samil. "Son cinco pruebas diferentes, con bicicleta en montaña, una prueba popular, un trail de montaña, una travesía a nado y ahora queda el triatlón este fin de semana en Samil. Puntúas en función de cada prueba y el ganador tiene como premio estar el año siguiente en la maratón de Berlín. Voy de primero y lo tengo bastante reñido con el segundo y somos buenos triatletas los dos. El domingo, el que supere al otro será el que se lleve la victoria", resume Troncoso.
Regresar a la actividad deportiva conllevó su sufrimiento, pero el vigués admite que "me di cuenta de que el cuerpo tiene memoria. Los primeros meses me costaron, pero después, entras en modo competición y salen los años de deporte. No tengo el nivel de antes, que entrenaba seis horas diarias, pero sí que estoy bien y con sensaciones buenas, que me recuerdan a la etapa profesional". Eso sí, lo enfoca de una forma diferente porque "voy un poco por sensaciones e, incluso, por el tiempo para los entrenamientos. Combino los tres sectores del triatlón. Me decidí por este deporte porque siempre me gustó y ahora estoy en una segunda juventud. Soy competitivo y me gusta hacerlo bien". 
De esta forma, combina los grupos de entrenamiento. Forma parte del Atletismo Porriño y realiza varias sesiones con ellos. También con el grupo de Susana Rodríguez y ahora con otro de atletismo en Castrelos. "Mi opinión es que para mejorar tienes que entrenar con gente mejor que tú y es lo que intento. Es una fórmula que me va bien y no tengo un entrenador específico, pero sí en los grupos en los que estoy". 
Con el paso del tiempo, Ramón Troncoso recuerda con cariño al Xacobeo y explica que "mantuvimos el contacto y coincidimos mucho en marchas. A la del Ézaro vamos unos cuantos todos los años. Algunos han seguido como profesionales del ciclismo y otros no, pero sí que mantenemos relación con este mundo porque al final es en lo que crecimos. Cuando te retiras sí que necesitas un tiempo para asimilarlo y situarte en la vida, pero después vuelves a la bicicleta porque es en lo que fuiste feliz". 
En su día el corredor vigués no fue el mejor del pelotón profesional, pero sí tenía dedicación y pasión. Con el tiempo, supo reconvertir su vida tras los meses más duros y volver a disfrutar del deporte, de una forma popular y lúdica, pero sin perder el carácter competitivo. Troncoso también constituye un ejemplo de reinvención cuando la retirada llega a los 28 años.n

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