tercera división

Los tentáculos del Choco

Cortegoso y sus guantes seguirán un año más en su casa, el campo de Santa Mariña, para alcanzar la docena.
photo_camera Cortegoso y sus guantes seguirán un año más en su casa, el campo de Santa Mariña, para alcanzar la docena.
El capitán David Cortegoso continuará en la portería redondelana por duodécimo año

David Cortegoso es más de Redondela que el acueducto. Y más del Choco que la grada de Santa Mariña. El capitán del equipo rojo acaba de renovar su vinculación un año más para cumplir la docena. "Después de tanto tiempo, sería raro no seguir ahí", bromea con su habitual sarcasmo.
El caso es que, pese al sentido de pertenencia que tiene hacia el club, cada año es más difícil retenerlo. Cortegoso lleva varias temporadas al nivel de los mejores de la liga, algo que refrendó en la selección gallega campeona de la Copa de las Regiones UEFA. "De primeras le dije al entrenador que no iba, igual que otros años. Pero al quedarme sin trabajo me animé", reconoce. "¿Y te lo querías perder?", le dijo Iván Cancela, el seleccionador, nada más ganar a Andalucía en la final. 
Fue una guinda a otra buena temporada del meta redondelano. Y es que resulta curioso que un equipo con un fútbol tan vistoso tenga en su portero a una de sus grandes referencias. El dique de abrigo que permite navegar con tranquilidad a los veleros. "Desde atrás se ve de maravilla cómo van enlazando pases unos con otros. Pum, pum, pum. Un espectáculo", reconoce Cortegoso sobre el fútbol de sus compañeros. No obstante, el capitán choqueiro estima que ese estilo tan reconocible juega malas pasadas a veces porque "los rivales te conocen". Por ello, aboga por tener "un plan B" que les descoloque.
Y en esas anda Gonza Fernández, su entrenador y gran responsable de la continuidad del capitán. "Quiere que siga todo el grupo", destaca Corte, que reconoce que el abrupto final liguero provocado por la pandemia le llegó en mal momento a un Choco que iba quinto y con opciones de pelear por entrar en el play-off. " Te fastidia, pero qué le vas a hacer", comenta con resignación y todavía "con la miel en los labios".
Precisamente de play-offs -ha disputado dos- sabe un poco Cortegoso, que abre el baúl de los recuerdos, con los hermanos Montes muy presentes en su memoria. Con Jacobo logró regresar a Tercera más de 30 años después -"fue la leche"- y jugar la primera fase de ascenso. Con Marcos, disputó la segunda, con una histórica eliminatoria frente al Badajoz. "Es mi recuerdo más bonito. Eliminarles en un estadio con 8.000 personas... Te sientes futbolista profesional", rememora. 
En ambos play-offs compartió vestuario con su actual técnico. En la segunda, Gonza era ayudante de Marcos Montes. En la primera, todavía como jugador pero con la lesión de rodilla que le obligó a colgar las botas. "Ya se le veía que iba a ser entrenador por cómo entendía el juego dentro del campo", reflexiona Cortegoso, que recuerda que tanto él como algunos compañeros se fueron a tomar algo en Mérida, justo antes del partido de vuelta de la primera ronda del play-off contra el Extremadura. "Habíamos perdido 0-3 en la primera vuelta. Pero a él le pareció muy mal", destaca el portero, que recuerda que Gonza les dijo que "no le parecía normal, que había que levantar la eliminatoria". "Ya se le veía otra mentalidad", apunta.
Pero ya se sabe que añorar el pasado es correr tras el viento. Y al capitán del Choco aún le queda cuerda para rato. "Hay que aguantar unos añitos para que me vea el crío", advierte entre risas Cortegoso, que en octubre cumplirá 34 años. Y pese a que muchas veces bromea con que está harto y que lo quiere dejar, la cabra acaba tirando al monte. Y más, con confinamiento mediante. "Ahí te das cuenta", confiesa. "Ver a la gente, ir al campo, competir...", enumera el meta redondelano, que, no obstante, también reconoce la dificultad de acumular temporadas en el fútbol modesto. "Te tiene que gustar mucho para aguantar tantos años", asume.
Pero ahí sigue. Otra campaña más en casa. "Me siento bien físicamente y noto que sumo. En el momento que empiece a restar ya será hora de dar paso a los más jóvenes", comenta, al tiempo que reconoce que "tarde o temprano" ocurrirá. Mientras tanto, seguirá ejerciendo de sostén para el fútbol de sus compañeros. Alguien tiene que hacerlo. Y para eso están los tentáculos del Choco. 

"Sí que pierdes dinero, pero merece la pena"

Ya con la renovación firmada se puede decir que no fue fácil para el club redondelano retener a su capitán. De hecho, este verano fue en el que estuvo más cerca de producirse la salida de Cortegoso de Santa Mariña. Y es que el Rápido de Bouzas puso mucho dinero sobre la mesa para llevarse al capitán del Choco al Baltasar Pujales a formar parte del proyecto de Álex Martínez y David de Dios. Esta oferta, combinada con que el meta redondelano se quedó en el paro en enero -cerró la empresa en la que trabajaba de transportista-, motivó unas dudas que hasta entonces habían sido inexistentes. "Todos los años me llaman equipos, pero no escuchaba las propuestas por el tema laboral. Este año no me quedó más remedio que oírlas", confiesa.
En ese momento, la cabeza empezó a dar vueltas. Como una noria: "Durante todos estos años me dio igual por tener trabajo, pero este año me lo pensé porque tienes un niño pequeño". Pero los colores tiran. Y mucho. "Le planteé al club la situación y rápidamente me echaron una mano. Así fue como llegamos a un acuerdo", desvela Cortegoso, que no tiene reparos en reconocer que se siente "muy cómodo" en Santa Mariña. "El Choco es una familia", espeta.
Ese es el gran valor añadido del club redondelano con sus jugadores. No solo con Cortegoso, sino con otros integrantes de la plantilla, con ofertas para mejorar sustancialmente sus emolumentos. "Es verdad que pierdes dinero, pero merece la pena", concluye. En ningún sitio como en casa.

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