n n n La Fundación Ado Moure, junto con la ayuda de la Escola Superior de Enxeñería Informática (ESEI) y de la Escola de Enxeñería Industrial (EEI) de la Universidad de Vigo, ha finalizado un proyecto conjunto que se inició en el 2016. Esta idea se ha materializado en un sistema tecnológico para dar avisos en carretera de las infracciones cometidas sobre los ciclistas, especialmente la violación de la distancia de seguridad de 1,5 metros.
El germen que desembocó en esta iniciativa data de 2014. “A finales de ese año comenzamos a trabajar con las denuncias voluntarias, a raíz de un intento de la DGT de crear unos cuerpos de seguridad en bicicleta”, comenta Carlos Moure, presidente de la Fundación Ado Moure. Ante esta situación, idearon una red voluntaria para denunciar las infracciones sin necesidad de crear esta división especial. “Con las nuevas tecnologías creemos que los ciclistas tienen una herramienta para poder defenderse”, apunta. Reconoce la falta de apoyos en estos cinco años de trabajo por parte de la DGT y otras federaciones y asociaciones: “Nos has puesto multitud de trabas”.
Certificación
Para este nuevo método, que permitirá a los ciclistas estar localizados para saber el lugar donde ocurre la infracción, también contará con “una certificación metrológica exigida por la DGT”, expresa Moure. Este fue uno de los campos de mayor dificultad para su consecución, sumado a la Ley de Protección de Datos a la que debían regirse y que supuso numerosos trámites. “Ante la negativa de la DGT de hacerse cargo de partes del proceso y en la tramitación de las denuncias, lo que hicimos fue facilitar en la web de la fundación un apartado para las denuncias de particulares”, cuenta. En ella han recogido ya más de 6.000 denuncias y “todo esto hecho con nuestros propios medios”. En esta oficina virtual añaden pruebas de la infracción correspondiente que, ahora junto con el nuevo sistema, les permitirá incluir más datos como la distancia de seguridad o la ubicación, todo para facilitar la tramitación al afectado.
Los contactos con la Universidad de Vigo fueron primordiales para el desarrollo de esta nueva tecnología de seguridad vial, que estuvo a cargo del catedrático Manuel Pérez, profesor del ESEI y del EII. “Yo soy uno de los sufridores de la inseguridad que vivimos los ciclistas, por eso tuve la idea de crear el dispositivo para medir las distancias”, cuenta.
Pérez fue el encargado de trazar este proyecto que sirvió de Trabajo de Fin de Grado para un alumno de Ingeniería Industrial ourensano, que estudia en Vigo. “El dispositivo mide la distancia a la que pasa un vehículo a través de unos sensores, los datos luego se transmiten al móvil y se registran”, explica . Este es solo el primer punto de este proyecto. El segundo abarca una cámara que está conectada al GPS del sistema: "Permite sacar una foto de la matrícula y ubicar en hora y lugar el momento de la infracción", señala el catedrático.
En su primer ensayo, Pérez se encontró con unos detalles curiosos: "La mayoría de los coches que pasaron a mi lado no cumplieron con la distancia de seguridad". Con este trabajo, en el que colaboró con la Fundación Ado Moure, quiere ayudar a la concienciación sobre la peligrosidad en carretera para los ciclistas. "Cuando la gente vea los datos que pueden arrojar diez de estos dispositivos sobre incumplimientos de la distancia de seguridad, igual toman conciencia de la importancia que tiene", comenta.n
