El talaso natural de Baiona ya está operativo al 100%

Chorros a presión funcionando en el talaso al aire libre de Baiona en la tarde de ayer.
photo_camera Chorros a presión funcionando en el talaso al aire libre de Baiona en la tarde de ayer.

Su entrada en funcionamiento requirió una puesta a punto del sistema de impulsión de agua

 El talaso natural de Baiona  ya está a pleno rendimiento y funcionando los siete días de la semana. Así lo explicó el alcalde en funciones, Ángel Rodal, que aclaró que fue necesario realizar una puesta a punto tras encontrarse inactivo durante todo el invierno. Rodal explicó que los ajustes previos se centraron en la puesta en funcionamiento de las bombas, en la reparación de una boquilla impulsora y en la sustitución de uno de los pulsadores. 

Pese a que las instalaciones ubicadas en la antigua cetárea de Monte Boi son de reciente creación y apenas tienen horas de uso, las inclemencias meteorológicas aquí son muy severas en temporada de lluvias ya que la fuerza del mar, el viento y las mareas son algo habitual por lo que estudiarán la posibilidad de desmontar todo el sistema de bombeo de cara al invierno, si la demanda lo permite, con el fin de alargar al máximo su vida útil. Tal y como tenían previsto, en un principio el talaso estará operativo hasta el mes de octubre, aunque tampoco descartan al 100% mantenerlo en funcionamiento el resto del año.

Las instalaciones, de acceso libre, están equipadas con cuatro bocas  impulsoras, dos de ellas proporcionan agua en lámina, mientras que las otras dos los hacen con chorros a presión con un programa automático de funcionamiento que ronda los dos minutos. Las bombas se nutren directamente del mar, que en esta zona posee propiedades terapéuticas gracias a la presencia de algas laminarias, muy ricas en yodo. El hecho de que se succione directamente del exterior le otorga propiedades beneficiosas para la circulación sanguínea debido a la temperatura que se recoge, aunque desde el Concello no descartan realizar modificaciones en el sistema para conseguir una leve climatización.

Se trata de una modificación que consistiría en mantener una lámina de agua de 40 o 50 centímetros de profundidad permanente en el fondo de la estructura de la antigua cetárea, que se renovaría con la pleamar, además de una variación en las tomas de succión llevándolas a su interior, con lo que se conseguiría elevar unos grados el agua del mar. 
“Se trata de una posibilidad aunque por el momento las instalaciones funcionan bajo el proyecto y diseño inicial”, explicó a este diario Ángel Rodal.
Por otra parte el regidor adelantó que los operarios municipales están trabajando para tener las playas a punto con la llegada de la temporada alta. Durante esta semana y la que viene se ocuparán de instalar las casetas de Protección Civil, papeleras y rampas de acceso en madera para dar paso a la limpieza de los arenales. 
 

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