Sociedad

Las supersticiones condenan a los albinos a muerte en África

Niños que sufren albinismo, junto a otros de su misma edad, en Malaui.
photo_camera Niños que sufren albinismo, junto a otros de su misma edad, en Malaui.

Son asesinados para vender sus huesos a brujos y sufren el estigma de ser considerados fantasmas

A los albinos en muchos países de África se les denomina también "tomates podridos", "blancos pobres" y "falsos blancos". Pero lo más trágico es que son asesinados para vender sus huesos a brujos por sus supuestas propiedades sobrenaturales y sufren el estigma de ser considerados fantasmas, espíritus o maldiciones de Dios.
Ayer se celebraba el Día Internacional de Sensibilización sobre el Albinismo decretado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, pero los albinos africanos viven marginados y con mucho miedo, especialmente en Malaui, país que registra el mayor número de asesinatos de quienes sufren este trastorno genético.
"La ignorancia sobre el albinismo lleva a los mitos y los estereotipos. La gente cree que no son humanos, que son fantasmas, que las partes de su cuerpo tienen poderes curativos o traen suerte", explica Simeon Mawanza, autor del último informe realizado por Amnistía Internacional (AI).
Al menos 18 personas con albinismo fueron asesinadas en Malaui desde el mes de noviembre de 2014, mientras que otras cinco están desaparecidas tras haber sido secuestradas.
Fletcher Masina, de 38 años, fue asesinado el pasado 24 de mayo en el centro del país por un grupo desconocidos que le arrancaron las manos y las piernas. La misma suerte corrió Jenifer Namusiyo, de 30 años, a la que encontraron muerta el 30 de abril con los pechos mutilados y los ojos extraídos, menos de una semana después de que fuera raptado el adolescente David Fletcher Machinjiri, cuyos huesos, brazos y piernas fueron hallados poco después en la vecina Mozambique.

un problema de siglos
Otras dos personas más con albinismo fueron brutalmente asesinadas por su condición de albinos durante el pasado mes de  abril, el peor mes que se recuerda desde que empezaron a denunciarse estos incidentes. "Ha habido un incremento de los ataques, pero es un problema de siglos", afirma Mawanza, que tiene constancia de casos similares en Tanzania, Mozambique, Sudáfrica y otros países africanos, al tiempo que advierte de que el número de muertes y ataques podría exceder en mucho los contabilizados. Uno de los objetivos del citado estudio es convertir Malaui en una experiencia piloto para toda África, con un debate público sobre la persecución de los albinos que lleve a otros países a tomarse en serio el problema.
Desde noviembre de 2014, la Policía ha abierto 39 casos contra personas sorprendidas en posesión de huesos humanos. Según las investigaciones, todos ellos provienen de la profanación de tumbas de albinos, otra forma habitual de suplir a los hechiceros, pero Amnistía Internacional cree que algunos podrían haber sido obtenidos en asesinatos.
"Hemos pedido que se reabran los casos", dice el investigador de AI, que ha presentado al Gobierno una petición firmada por 100.000 personas para que se tome en serio la persecución de los albinos, que se producen a veces con la complicidad de familiares de las víctimas.
Por otra parte la fotoperiodista Ana Palacios presentará el próximo jueves 30 de junio en el Museo Reina Sofía de Madrid la exposición "Albino" y el libro bajo el mismo nombre, que denuncia a través de la fotografía la situación de los albinos en Tanzania, acechados por el cáncer y los cazarrecompensas, y difunde la labor de la cooperación española para mejorar sus condiciones de vida.n

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