El neurocientífico Carlos Spuch fue el padrino de la nueva promoción de profesionales del Centro de Estudios Superiores Aloya.
“Educar y aprender no es solo almacenar, es disfrutar a través de la curiosidad, las destrezas, la inteligencia emocional y la creatividad”, afirmó durante la ponencia que ofreció en la entrega de diplomas, ayer, en la sede de Afundación.
Bajo el título, “La importancia de los hábitos en el desarrollo personal”, tomó a Ramón y Cajal como ejemplo: “Consiguió hacer cosas increíbles gracias a la ilusión y a la destreza”. A los jóvenes les explicó que “el futuro está en la educación y en la investigación”. A los acompañantes de los estudiantes también les envió un mensaje: “El ánimo del entorno familiar es imprescindible para aprender”.
En cuanto al centro le advirtió “viendo al estudiante se ve como es la institución”.
Así, 120 nuevos profesionales recogieron su titulación en los ámbitos de asistencia de dirección, administración y finanzas, anatomía patológica, laboratorio clínico, integración social y educación infantil. La mesa presidencial estuvo compuesta por Spuch, Andrés Luna Calva, presidente de la Asociación Pontenova; el alcalde Abel Caballero, quien abrió el acto felicitando a los nuevos diplomados; el jefe de la inspección educativa, Manuel Torres y la directora del Aloya, Estefanía Martínez Brocal. También acudió la delegada territorial de la Xunta, Corina Porro.
Durante el acto se proyectó un vídeo sobre el Centro de Estudios Superiores Aloya. El objetivo docente es el de promocionar una preparación profesional y humana inspirada en los valores del humanismo cristiano. Por sus aulas han pasado más de 5.000 jóvenes en seis ciclos superiores de formación profesional.n
Bajo el título, “La importancia de los hábitos en el desarrollo personal”, tomó a Ramón y Cajal como ejemplo: “Consiguió hacer cosas increíbles gracias a la ilusión y a la destreza”. A los jóvenes les explicó que “el futuro está en la educación y en la investigación”. A los acompañantes de los estudiantes también les envió un mensaje: “El ánimo del entorno familiar es imprescindible para aprender”.
En cuanto al centro le advirtió “viendo al estudiante se ve como es la institución”.
Así, 120 nuevos profesionales recogieron su titulación en los ámbitos de asistencia de dirección, administración y finanzas, anatomía patológica, laboratorio clínico, integración social y educación infantil. La mesa presidencial estuvo compuesta por Spuch, Andrés Luna Calva, presidente de la Asociación Pontenova; el alcalde Abel Caballero, quien abrió el acto felicitando a los nuevos diplomados; el jefe de la inspección educativa, Manuel Torres y la directora del Aloya, Estefanía Martínez Brocal. También acudió la delegada territorial de la Xunta, Corina Porro.
Durante el acto se proyectó un vídeo sobre el Centro de Estudios Superiores Aloya. El objetivo docente es el de promocionar una preparación profesional y humana inspirada en los valores del humanismo cristiano. Por sus aulas han pasado más de 5.000 jóvenes en seis ciclos superiores de formación profesional.n
