Opinión

Silleiro, una buena elección

El Puerto de Vigo lleva algún tiempo dándole la vuelta a reconvertir los antiguos faros ahora automáticos en pequeños hoteles, siguiendo la estela de otras autoridades portuarias que han hecho lo mismo con cierto éxito. En concreto, y no es de ahora sino de al menos desde hace 12 años atrás, se ha planteado en varias ocasiones la reutilización de Cabo Silleiro, situado a la entrada de la Ría en un paraje excepcional, en pleno Camino Portugués de la Costa, y Faro de Cíes. Puertos del Estado ha concedido una subvención finalista para rehabilitar ambos faros y la idea era que puedan ser pequeños centros hosteleros, con pocas habitaciones pero con enorme encanto. Algo debió pasar entre el lunes y el martes cuando el Puerto emitió una nota ayer diciendo que sigue adelante con la idea de Silleiro, con la vista puesta en encontrar una oferta interesada, pero no así en Cíes, quizá por los condicionantes del Parque Nacional y el Plan Rector de Usos que en unos días entrará en vigor. Una pena porque no dejaba de ser un atractivo más que sumarse a todos los que ya posee la isla viguesa.
Cabo Silleiro se encuentra en un lugar realmente único, un faro potente y visible que con un mínimo de publicidad puede convertirse en un albergue o un punto de parada obligada para los miles de peregrinos que cada vez más transitan el Camino luso que bordea la costa desde Oporto hasta Santiago, cruzando el río por Caminha y Camposancos y avanzando por el litoral de Oia, Baiona, Nigrán y Vigo. Este año se han disparado las expectativas y las previsiones más optimistas se quedaron pequeñas, con 14.000 usuarios del Camino registrados, el doble que en 2017, una cifra que se esperaba para 2021. El Puerto acertará con el Hotel Silleiro. Y seguramente también lo haría con el mini hotel Cíes, pero esa es otra historia. Continuará...

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