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Silencio en el fútbol del Covid

Thorgan Hazard indica a sus compañeros que no abracen a Haaland en la celebración de un gol.
photo_camera Thorgan Hazard indica a sus compañeros que no abracen a Haaland en la celebración de un gol.
La Bundesliga regresó a puerta vacía, 
sin abrazos en los goles y con mascarillas 
Bajo una atmósfera incómoda, Alemania guió ayer la vuelta del fútbol. Resultó extraño a los oídos de los aficionados, el silencio en un estadio como el Signal Iduna Park de Dortmund, uno de los más bulliciosos de Europa. Se quedó mudo en cada gol de Haaland, de Hazard y de Guerreiro.
Como en el campo del Borussia Dortmund, apenas subieron los decibelios en los bares de alrededor. No se cantó casi la victoria de los anfitriones ante el Schalke 04, en el gran derbi del Ruhr. A la hora del partido, en un local próximo se contaban once personas, repartidas en cuatro mesas notablemente distanciadas entre sí. El precinto de la barra sólo habilitaba un pequeño espacio para que la clientela pudiera bañar sus manos en jabón. 
Dentro del campo, las mascarillas adornan los banquillos y el silencio enrarece el juego. No hay abrazos en los goles, si acaso algún choque de nudillos. "Así es la situación", asumió Julian Brandt tras rendir pleitesía a la desierta curva sur. Se hizo el saludo de siempre, pero sin nadie en la grada. También hubo seguridad, toma de temperatura, distancia entre periodistas y desinfecciones. 
Ganó el Dortmund al Schalke (4-0), el Hertha al Hoffenheim (0-3), el Wolfsburgo al Augsburgo (1-2) y el Gladbach al Frankfurt (1-3). Empataron Leipzig-Friburgo (1-1) y Dusseldorf-Paderborn (0-0).n

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