El futuro tras el virus: la joyería

El sector quiere afrontar unido esta crisis que estima durará hasta 2021

Las joyerías de Vigo y su área abrían el pasado 11 de mayo al público con protocolos y medidas de seguridad para evitar contagios.
photo_camera Las joyerías de Vigo y su área abrían el pasado 11 de mayo al público con protocolos y medidas de seguridad para evitar contagios.
Las joyerías implantaron protocolos de seguridad y ahora están pendientes de las fluctuaciones del oro

El sector de la joyería iniciaba el año con unas buenas perspectivas que se truncaron con la crisis sanitaria. Tras la crisis económica de 2007, que supuso en Vigo y su área el cierre –por jubilación o por cuestiones económicas– de un 25 por ciento de los establecimientos, llega ahora la Covid-19 para trastocar la estabilidad que habían llegado a alcanzar los cerca de 150 establecimientos que se calcula hay en toda la provincia de Pontevedra, incluida Vigo y su área.

La mayoría de estos establecimientos abría el pasado 11 de mayo, con el inicio de la fase 1 del proceso de desescalada en Galicia, con unos protocolos y unas medidas de seguridad que estiman se tendrán que mantener en vigor al menos durante un año, hasta que se descubra una vacuna o tratamiento para vencer al virus. Guantes, mascarillas y máscaras como equipos de protección, uso de geles hidroalcóholicos, tanto por parte de los trabajadores como de los clientes, e instalación de papeleras para poder depositar el papel con el que se han desinfectado manos y piezas de joyería, se unen al distanciamiento social y a limpieza e higienización de los establecimientos.

El sector reconoce que se está viviendo un periodo de incertidumbre en una situación que es nueva para todos justo en un momento que tradicionalmente era de fuertes ventas, como fueron las campañas del Día del Padre y el Día de la Madre y el inicio de la temporada de ceremonias. Además, dependen también del precio del oro, que se ha disparado y cosechado nuevos máximos durante la pandemia.
Ante toda esta situación, proponen "la unión de todo el sector del comercio y no solo de las joyerías". Precisamente, pocos días antes del inicio del estado de alarma se presentaba una nueva entidad que aglutina al sector: la Confederación Española de Joyería y Relojería, en la que se integra Galicia a través del Colegio de Joyeros, al que a su vez pertenece la Asociación de Joyería, Relojería y Platería de la provincia de Pontevedra. Para la Confederación, la Covid-19 puede ser un revulsivo, ya que “requiere de posicionamientos y propuestas nacidos de todos y para todos los integrantes del sector”. 

ANTONIO P. PENÍN

Presidente de la Asociación de Joyería, Relojería y Platería de la Provincia

“Ahora lo que toca es defender a todo el comercio y estar todos juntos"

¿Cómo ha vivido el sector este parón de dos meses?
Con incertidumbre. Hemos tenido múltiples problemas, porque cada establecimiento es distinto, desde negociar los gastos de alquiler del local, al pago de la seguridad e incluso del mantenimiento de los datófonos del pago con tarjeta, pese a haber estado cerrados por causas de fuerza mayor.
¿Qué medidas de seguridad han implantado?, ¿han recibido alguna directriz?
Las directrices y normativas están cambiando constantemente porque es una situación nueva para todos. En nuestro sector hemos intentado proporcionar información y proveernos antes de la reapertura de geles y métodos de limpieza. Incluso hemos encargado alfombrillas desinfectantes, pero no llegarán hasta el 25 de mayo.
¿Influyen estas medidas de seguridad en la atención al público, teniendo en cuenta que manejan piezas pequeñas de alto valor?
Resta cercanía en el trato al público. En lo que más limita es en los establecimientos que tenemos taller, porque es difícil mantener las distancias y trabajar con mascarillas. Incluso a mí me resulta especialmente complicado si tengo que hacer un arreglo o cambiar una pila a un reloj con la mascarilla puesta.
¿Estas medidas han llegado para quedarse?
Sí, al menos hasta el año que viene. Los epidemiólogos señalan que puede haber un rebrote en octubre y aún tardará en llegar una vacuna. Pero son necesarias, tanto para nuestra propia seguridad como para la seguridad de nuestros clientes.
En diciembre, durante la fiesta del patrón de los joyeros, San Eloy, el sector destacaba las buenas perspectivas que tenían para este nuevo año. ¿La Covid-19 lo ha trastocado todo?
Estuvimos cerrados dos meses, pero además en este tiempo subió el precio del oro. No hemos remarcado nuestros productos, pero no sabemos si esa tendencia se mantendrá y acabará habiendo un repunte de los precios. También coincide con nuestra temporada fuerte de ventas. El Día del Padre y de la Madre ya lo hemos perdido, así como los cumpleanos de abril. Ahora comienza la temporada de ceremonias y no hay muchas programadas. También el verano influía en las ventas, con la llegada de turistas a la ciudad, que comenzaba a ser importante, y de vigueses que se encontraban fuera y volvían de visita.
El estado de alarma coincidió con la presentación de la Confederación Española de Joyería y Relojería.
Fue unos diez días antes de decretarse el confinamiento. La antigua asociación española había quedado sin cabeza visible y necesitábamos un grupo que nos representase a nivel nacional, un sector más unido que pudiese hacer más presión para defender nuestros intereses. Pero ahora son tiempos distintos. Los joyeros solos no hacemos nada. Ahora lo que hay que defender es al comercio en general. Tenemos que estar todos juntos. 

Te puede interesar