El IES Santa Irene, el instituto más antiguo de Vigo, compagina los cambios realizados para preparar el inicio del curso siguiendo los protocolos del coronavirus con las obras de remodelación y acondicionamiento del centro.
"Desde que terminó el verano el centro es como un organismo vivo, está cambiando en todo momento", reconocen desde el equipo docente del instituto. Aseguran que organizar todos los cambios que requieren las nuevas medidas sanitarias con las obras supone una complicación más, ya que requiere todavía más coordinación.
A lo largo del curso se tendrán que cerrar aulas para que los trabajos de rehabilitación puedan continuar, por que la adaptación de espacios adicionales para la realización de las clases se continuará a lo largo del año adaptándose a la situación de cada momento. Para hacer frente a esta situación desde el centro aseguran que ya tienen prevista la habilitación del auditorio como posible espacio lectivo.
A pesar de todo, las obras ya se encuentran avanzadas y desde el centro aseguran que se buscará que los trabajos que se lleven a cabo una vez se inicie el curso tengan el menor impacto posible en los alumnos del instituto.
Estas obras de remodelación permitirán que el IES Santa Irene sea un instituto más accesible, con una nueva rampa para minusválidos a la entrada del centro y un ascensor que permitirá moverse por sus distintos pisos sin tener que recurrir a sus escaleras.
Las obras de rehabilitación del instituto más antiguo de la ciudad también contemplan cubrir el escudo franquista situado en la fachada, después de que la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural de la Xunta rechazara retirarlo por el impacto que tendría esta modificación en la singular fachada de este edificio catalogado como bien del patrimonio cultural. Entre otros trabajos, también se repararán las humedades, se pintará todo el interior y se revisarán las fijaciones de la maquinaria del reloj de la torre. n
"Desde que terminó el verano el centro es como un organismo vivo, está cambiando en todo momento", reconocen desde el equipo docente del instituto. Aseguran que organizar todos los cambios que requieren las nuevas medidas sanitarias con las obras supone una complicación más, ya que requiere todavía más coordinación.
A lo largo del curso se tendrán que cerrar aulas para que los trabajos de rehabilitación puedan continuar, por que la adaptación de espacios adicionales para la realización de las clases se continuará a lo largo del año adaptándose a la situación de cada momento. Para hacer frente a esta situación desde el centro aseguran que ya tienen prevista la habilitación del auditorio como posible espacio lectivo.
A pesar de todo, las obras ya se encuentran avanzadas y desde el centro aseguran que se buscará que los trabajos que se lleven a cabo una vez se inicie el curso tengan el menor impacto posible en los alumnos del instituto.
Estas obras de remodelación permitirán que el IES Santa Irene sea un instituto más accesible, con una nueva rampa para minusválidos a la entrada del centro y un ascensor que permitirá moverse por sus distintos pisos sin tener que recurrir a sus escaleras.
Las obras de rehabilitación del instituto más antiguo de la ciudad también contemplan cubrir el escudo franquista situado en la fachada, después de que la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural de la Xunta rechazara retirarlo por el impacto que tendría esta modificación en la singular fachada de este edificio catalogado como bien del patrimonio cultural. Entre otros trabajos, también se repararán las humedades, se pintará todo el interior y se revisarán las fijaciones de la maquinaria del reloj de la torre. n
