Opinión

Sánchez y sus galácticos ministros

Quien ha leído "El Lazarillo de Tormes "comprobara como sigue siendo (seis siglos después) el gran espejo nacional al que se sigue mirando una parte de esta sociedad ,la nuestra, claro. La picaresca, y las turbias y oscuras intrigas ,han laminado ya cualquier expectativa en positivo de quienes tienen la responsabilidad de gobernar. El gran problema, es que quienes están enfrente, tienen la misma credibilidad, es decir, ninguna.
Y mientras estos elementos siguen enfangados en su particular lodazal, pues como que los problemas reales para las personas normales que aquí vivimos siguen amontonándose. Así, a una factura de la electricidad en máximos, se le suma desde hoy mismo, un 8,4% de subida en el gas natural, asfixiando aún más la economía de familias, autónomos y empresas. Y recordando que el precio mayorista de la electricidad tiene un peso cercano al 35% sobre el recibo final, mientras que alrededor del 40% corresponde a los peajes y cerca del 25% restante, al IVA y al impuesto de electricidad. Aunque la verdad, intentar descifrar el recibo que a todos nos llega del consumo eléctrico es un auténtico galimatías. Y cuál es nuestra coyuntura para aguantar todo esto? Pues muy débil y precaria, así de claro. Simplemente con reflejar la realidad de mi provincia queda cristalino: La renta percapita más baja de todo el estado. Las pensiones más bajas de todo el país. El porcentaje de gente mayor más alto de toda España. Y todo ello con un handicap más en negativo, que el 23% de los hogares en arrendamiento, solo en Ourense ayuntamiento, son personas de más de 65 años y un buen número de ellas con un ratio de ingresos por debajo de los 750€ mensuales, lo cual, en un contexto de incremento de precios del alquiler los deja en una situación que bordea la exclusión social. Y todo ello agravado con la espada de Damocles de que hace cinco años, el 5 de junio de 2013, entró en vigor la Ley 4/2013, con la que se aprobó nuevas medidas de flexibilización del mercado del alquiler de viviendas. La ley modificaba preceptos de la Ley de Arrendamientos Urbanos, como fue la duración obligatoria de los contratos: pasaba de cinco años a tres, y reducía también la prórroga de tres a uno. Con lo cual muchos de esos contratos ya han empezado a finalizar en el presente año y recordando que cuando se firmaron era en un contexto de precios a la baja, totalmente distinto al escenario de precios de la actualidad, con lo que él agravamiento del problema se magnifica aún más. Y matizando que el mercado del alquiler es libre, se rige por la oferta y la demanda, y el propietario puede marcar el precio que él considere conveniente, acorde con la zona y condiciones del inmueble. Un problema que se agrava aún más cuando hasta un 88% de nuestros jóvenes menores de 30 años no puede disponer de una casa en propiedad y cuando hasta un 45% de estos jóvenes tampoco puede afrontar un arrendamiento que en muchas ocasiones le supone prácticamente toda su nómina .
Pero, qué gran país el nuestro que es capaz de soportar lo insoportable!
 

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